¿Cuáles son los principales cambios que han afrontado las familias?

La familia ha cambiado en su estructura, funciones y ciclo vital. Coexisten las familias tradicionales (nuclear, ampliada, extensa, sin núcleo), con las nuevas tipologías (monoparentales, homoparentales y simultáneas). Algunas funciones son cumplidas por otros sistemas externos a la familia, otras son compartidas y dos siguen siendo de su potestad: la socialización primaria y la protección psicoafectiva de sus miembros. Las Tendencias son: democratización en las relaciones de género, en la autoridad, jerarquía y limites intrafamiliares; varios proveedores económicos, postergación o cancelación voluntaria de la maternidad/paternidad, privilegio del proyecto de vida individual o sin pareja.

¿De qué manera las situaciones de violencia que han vivido históricamente nuestros países (dictaduras, terrorismo, guerrillas) marcan a las familias?

Partimos del supuesto que desde tiempos primigenios, los cambios de la sociedad, afectan a la familia y viceversa, los cambios de la familia afectan a la sociedad como un todo. De esta manera, los fenómenos socio-políticos, y particularmente la violencia en todas sus expresiones, -conyugal, intrafamiliar, laboral, sexual, política, social, educativa, de género, étnica, religiosa-, inciden en la estructura y funcionamiento familiar. Requiriendo en muchas ocasiones, acciones legales y la protección estatal o supranacional, para garantizar la integridad de los ciudadanos. En cualquier caso, da lugar a reorganizaciones familiares, producto de desapariciones forzadas, plagios, masacres, migración, entre otros. Esto supone procesos de adaptación para superar la adversidad y construir nuevos proyectos de vida.

Los medios suelen retratar una familia tradicional e «ideal», ¿cómo afecta esto a los integrantes de familias que salen de este molde?

En la transformación de la familia de esta época, emergen y se consolidan de manera natural otras organizaciones familiares, que dan cuenta de dicha evolución, que permite que los seres humanos formen y vivan en familias de nuevo tipo, según las características individuales o sociales. Sin tener una sanción legal o social plena, el mundo occidental va aceptando y respetando a los integrantes de estas nuevas tipologías. Si la función de protección psicoafectiva se cumple de manera integral y corresponsablemente, el pertenecer a estas nuevas estructuras familiares, no acarrearía dificultadas, más allá de las propias de la condición humana. Cuando las sociedades, los estados y los gobernantes, promueven la xenofobia, la homofobia, los crímenes de odio, la exclusión racial, religiosa, política, no solo vulneran derechos humanos fundamentales sino que atentan contra la vida de esas personas, consideradas diferentes.

¿Toman los estados conciencia de estos cambios para sus políticas?

En el hemisferio occidental, Europa y América en general existen cambios constitucionales y legislativos que reconocen estas nuevas organizaciones familiares y promueven el respeto de los derechos de sus integrantes. De manera tímida, por su componente ideológico y el sistema de creencias, de la cultura judeo-cristiana, se diseñan y ejecutan políticas públicas, y crean entidades que brindan atención y protección integral, para la diversidad familiar, de pareja y de género. En esencia acogen los lineamientos de los acuerdos, tratados, convenios y organismos transnacionales y multilaterales, que velan por los derechos humanos: siendo fundamental el derecho a tener una familia.

¿Cuáles son las vías que se debe tomar para que estos nuevos tipos de familia lleven vidas saludables?

Son varias y diversas, pero para efectos de la misión institucional de la PUCP, merece destacarse la formación de profesionales y ciudadanos en la Diplomatura en Orientación y Promoción Familiar, que brinda herramientas conceptuales y metodológicas para analizar, evaluar, comprender e intervenir con estas nuevas organizaciones familiares. De esta manera se propugna por promover los recursos internos o fortalezas, de los individuos, familias y sociedad, para adaptarse a los cambios y contribuir al contexto en que participa. El nivel de intervención: prevención-promoción-educación es fundamental, para reconocer, aceptar y convivir pacíficamente con la diversidad, con estas tipologías de nuevo tipo, y con sus integrantes.