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“Hago cosas que son realmente extraordinarias porque les permiten a otros contar historias”

Esther García
  • Esther García
    Directora de producción en El Deseo
  • Entrevista:
    Katherine Subirana
  • Fotos:
    Víctor Idrogo

Esther García (España, 1956), directora de producción en El Deseo -la productora de los hermanos Almodóvar-, estuvo de paso por la capital para recibir un merecido homenaje por parte del 27 Festival de Cine de Lima PUCP. Pronto coproducirá una película sobre la toma de la residencia del embajador de Japón de la mano de Tondero. La reconocida productora de cine conversó con PuntoEdu sobre su trabajo.

Fue muy emotivo su discurso en la noche de la inauguración del Festival, dedicándole el homenaje que usted recibía a su nieta y a las mujeres en el cine.

Gracias. Yo creo que al excluir a las mujeres el mundo se está perdiendo al 50% del talento que hay en esta sociedad y no nos lo podemos permitir en ningún ámbito. Todos tenemos que hacer nuestra tarea desde donde podemos. Yo procuro hacerlo en el día a día en mi vida, con la educación de mis hijos, de las personas que me rodean y tratando de implementar esta teoría en el trabajo, llevando equipos femeninos, tratando de cumplir con lo que pienso y cada vez que tengo tribuna quiero recordárselo a la sociedad.

«En aquel entonces, las mujeres solo hacían cine si eran secretarias, sastres y scripst. Había alguna montadora, porque por aquel entonces entendían que el montaje era como cortar y pegar, como si fuera una costura, y fue mucho tiempo el que me llevó a ocupar un puesto en producción como ayudante de producción. Lo conseguí con entusiasmo, tenacidad y ganas».

Al momento de labrar su carrera, me imagino que tuvo que tocar muchas puertas. Ahora que es una persona homenajeada, reconocida por su experiencia y talento, ¿cómo ve a esa Esther que empezaba a tocar puertas?

Bueno, la verdad es que era puro entusiasmo y puras ganas. Nunca pensé que podría trabajar en una industria como esta, no estaba ni en mi horizonte. Yo llegué a esta profesión de manera muy casual, por un compañero de la asociación cultural a la que pertenecía, y que necesitó a alguien que en una película hiciera un trabajo puro y duro de secretaria. Yo lo hice. Cuando terminó ese trabajo pedí ver un rodaje para saber lo que era aquello. Y cuando lo vi, decidí que quería pertenecer a esa familia. Imagínate, la primera vez que estás en un rodaje y ves un montón de personas que van y vienen, cada una abocada a su propio trabajo. Y de repente, ante la voz de una persona, todas las demás que hacían tareas aparentemente sin conexión dejan lo que están haciendo, se centran, y, como si fuera un director de orquesta y todos los demás, músicos y bailarines, responden a una serie de voces, se hace un silencio y se graba un pedacito de película que luego ves en una pantalla. A mí me pareció magia. Entonces empecé a tocar puertas y era bien difícil. De esto, hace 48 años. Si no tenías una persona dentro del sector, no había manera de entrar; afortunadamente, Juan José Serrato, que sigue siendo mi amigo, tenía otros trabajos en los que hacía falta una persona espabilada, y así me fue conociendo más gente y luego ya empezaron a llamarme. Ese fue el camino. Yo empecé abajo del todo. Hacía de secretaria, de pagadora, de lo que fuera para ir haciendo una base más sólida. En aquel entonces las mujeres solo hacían cine si eran secretarias, sastres y scripst. Había alguna montadora, porque por aquel entonces entendían que el montaje era como cortar y pegar, como si fuera una costura, y fue mucho tiempo el que me llevó ocupar un puesto en producción como ayudante de producción. Lo conseguí con entusiasmo, tenacidad y ganas. Esas fueron mis herramientas. Y disfruté muchísimo de cada trabajo que me ha tocado hacer.

Lo suyo con el cine fue amor a primera vista, ¿cómo ha alimentado ese amor todos estos años?

Yo vivo dentro del cine, entonces, para mí, el cine es mi vida. Por supuesto que las películas me salvan también, en los momentos en los que nos salvan a todos, cuando nos hace falta, pero hacerlas es un reto constante, es conseguir que los sueños de alguien se cumplan y poner los medios para que esa persona que va a crear tenga toda su energía puesta en ello, que todo lo demás ya se lo vamos a facilitar. Eso es insuperable. Es como hacer una acción de generosidad. Cuando das es insuperable, el retorno es tal…que no se puede competir con eso. Y eso es lo que me pasa, que cada día hago cosas que son realmente extraordinarias porque les permiten a otros contar historias que van a hacer feliz a un montón de gente y a mí, la primera.

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