En estos tiempos complejos, el Día Mundial de la Propiedad Intelectual nos convoca a más de una reflexión a partir de la estrecha relación existente entre el sistema de propiedad intelectual y la promoción, protección, difusión y transferencia de los saberes y creaciones.

Desde el inicio de la pandemia, ha sido notable el particular esfuerzo de la comunidad de científicos y tecnólogos, quienes, desde distintas partes del mundo, pusieron y ponen a disposición sus conocimientos aplicados en este esfuerzo de lucha contra un enemigo invisible y común. Y todo este intercambio de saberes que se complementan en la búsqueda de soluciones es posible gracias a las reglas internacionales de protección de las creaciones intelectuales, que se fueron gestando en el tiempo, y nos permiten reconocer aportes lejanos y cercanos.

El Ventilador Mecánico MASI, el Ventilador Manual Volumétrico, las plantas de oxígeno y otras tantas creaciones utilizaron la información que provee el sistema de propiedad intelectual para crear tecnologías".

Hoy, que una de nuestras preocupaciones principales gira en torno a las vacunas, llegan a nuestros días las historias de los ingleses Mary Montagu (1689-1762) y Edward Jenner (1749-1823).  La primera, gran observadora de las costumbres de variolización orientales, fue una gran promotora de las prácticas de inoculación. Gracias a sus escritos, décadas después, Jenner estudió sus experiencias y realizó sus propias investigaciones, por lo que logró desarrollar la que es considerada la primera vacuna. Ambos planteamientos fueron rechazados y criticados ferozmente en su época, pero fue su tenacidad la que demostró la eficacia de sus propuestas que contribuyeron a salvar millones de vidas.

Es esa tenacidad característica del talento creativo la que llevó también a nuestros investigadores y empresas socias a unirse a los esfuerzos internacionales de lucha contra la pandemia desde distintos flancos, y se logró lo que hasta hace algunos meses se consideraba lejano: diseñar tecnología biomédica peruana y que esta fuera fabricada en la PUCP.

Nada resulta más afortunado para quienes nos desenvolvemos en el ámbito de la propiedad intelectual que el poder contribuir con el desarrollo de estrategias de gestión de creaciones intelectuales de gran impacto. Es así que el Ventilador Mecánico MASI, el Ventilador Manual Volumétrico, las plantas de oxígeno y otras tantas creaciones utilizaron la información que provee el sistema de propiedad intelectual para crear tecnologías. A su vez, mediante publicaciones, patentes y demás modalidades, estas lo retroalimentan nuevamente, gracias al poder de toma de decisión que detentan los titulares de derechos de las nuevas creaciones, conforme a las reglas del propio sistema.

MASIfiquemos el uso del sistema de propiedad intelectual para enriquecer nuestra creatividad y, con ello, promover nuestro bienestar y progreso, lo cual es posible con el aprendizaje de las oportunidades que brinda.