*Mensaje del rector a la comunidad PUCP

El último miércoles recibimos una buena noticia: en el Ranking QS Mundial 2024, la PUCP ocupa el décimo lugar entre las mejores universidades de América Latina; se ubica en el lugar 336 en el mundo, es decir, sube 27 puestos en un año y más de 200 desde la edición 2019; y, como sucede desde hace once años, es la número 1 en el Perú. Por primera vez, una universidad peruana alcanza un lugar tan destacado en una evaluación internacional de este tipo. Debe tenerse en cuenta que se trata del ranking más consultado en el planeta, el único en su clase que incorpora factores como empleabilidad y sostenibilidad, junto con reputación académica y laboral, así como redes internacionales de investigación.

El resultado es obra de todos sin excepción: estudiantes, trabajadores, profesores, egresados y autoridades".

¿Cómo no estar contentos?

Sin duda, tenemos motivos para festejar. El resultado es obra de todos sin excepción: estudiantes, trabajadores, profesores, egresados y autoridades. Cada uno pone su granito de arena. Somos una extendida multitud que ha sabido ganarse el aprecio y el reconocimiento en los campos laboral, académico y científico, tanto dentro como fuera del Perú, desde que abrimos las puertas en 1917. El padre Dintilhac celebraría la buena noticia; y, como yo, estaría agradecido por el esfuerzo y el compromiso de quienes integran la PUCP. Todos nos regalamos este momento de alegría y de sentirnos —otra vez— orgullosos de la PUCP.

La celebración exige humildad, escapar de la soberbia y mantener los pies en la tierra".

Seamos, sin embargo, conscientes de que más fácil es bajar que subir. La celebración exige humildad, escapar de la soberbia y mantener los pies en la tierra. Hay una lista de pendientes institucionales que corre en paralelo a nuestras carencias personales. A todos nos toca hacernos cargo de ella como hicimos durante la tormenta que trajo la pandemia, mientras, en simultáneo, el descalabro político y social acentuaba la incertidumbre y el dolor que todavía nos aqueja. Persistamos en los cambios que empezamos durante el confinamiento. En ellos descansa, en parte, el resultado que hoy nos ofrece la luz de un futuro distinto, amplio, diverso. La PUCP es una gran institución. Cuidarla es tarea de todos.

¡Felicitaciones! ¡Un millón de gracias!

Saludos,

Carlos