La doctora Nadia Gamboa, profesora del Departamento de Ciencias de la PUCP, explica que el objetivo de esta investigación, “es armar un modelo que permita determinar cuál la evaluación del impacto ambiental, levantando y acopiando información propia y utilizando una herramienta que es la del análisis del ciclo de vida, para tener un diagnóstico o aproximación a una problemática que existe en una actividad que es sumamente beneficiosa”.

Este diagnóstico ayudará a tener una visión general de los problemas que se presentan. La represa se ha convertido en una fuente de apoyo agrícola para los pobladores de los alrededores proveyéndoles de agua para sus cultivos de arroz. Sin embargo, el uso indiscriminado de pesticidas, fertilizantes o plaguicidas, y añadiéndole una falta de tratamiento del agua, todo esto termina vertido en el mar ocasionando un daño ambiental.

Por otro lado, tambien existe otro impacto que se da en el suelo, “parte del agua utilizada para el riego, se filtra al suelo y alimenta el lago subterráneo, que cada año va aumentando su nivel y esa cantidad es mayor de la que utilizan los cultivos, lo que sucede es que aumenta el nivel de la napa freática y afecta la estructura de las casas”, explicó el doctor Carlos Tavares, profesor del Departamento de Humanidades.

Con el análisis, se busca generar una base de datos que vea el nivel de salinización de los suelos y el estudiar si la napa freática está aumentando o disminuyendo. Gracias a un sistema de información geográfica, se puede integrar toda la información recogida para analizar los fenómenos que se están dando y lograr identificar los impactos que se dan de manera geográfica.