Infección respiratoria por coronavirus
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Luis Deza Bringas
Médico del Servicio de Salud PUCP
En el Perú, no hay ninguna persona diagnosticada con esta afección respiratoria".
El día 31 de diciembre de 2019, en un hospital de la ciudad china de Wuham, falleció una persona afectada por una grave infección respiratoria de muy corta evolución. Los médicos pensaron que la infección pudo haber sido adquirida por contagio en el ambiente del mercado de la zona, donde se comercializa carne de animales, muchos de ellos portadores sanos de coronavirus.
El personal del hospital dedujo que podía tratarse de otro caso ocasionado por la infección de un virus de la familia de los llamados coronavirus. Ya que, en efecto, se conocen dos tipos de ellos, muy contagiosos y causantes, además, de enfermedades de similar gravedad.
El 7 de enero de 2020, el estudio de secuencia genética del virus, procedente del paciente fallecido, dictaminó que tal persona había sido víctima de un tipo diferente de coronavirus. Las autoridades sanitarias chinas comunicaron este nuevo diagnóstico a la comunidad mundial el 12 de enero.
En los días posteriores se ha detectado la misma enfermedad en Tailandia (1 caso), Japón (1 caso), Korea (2 casos), Francia (3 casos), Australia (5 casos) y EE.UU. (5 casos). Todos estos pacientes habían estado cerca de Wuhan los días precedentes. Además varias ciudades vecinas a Wuham avisaron que, en la actualidad, hay 2,700 nuevos pacientes confirmados, de los cuales han fallecido 80.
El Gobierno de China, en coordinación con la OMS, ha tomado las acciones sanitarias recomendables en estos casos de enfermedades graves y alto riesgo de diseminación por contagio directo de persona a persona. Es decir, ha establecido un “cerco” que limita el desplazamiento de personas, desde y hacia las zonas críticas, amplía la cobertura hospitalaria y sigue investigando la posibilidad de encontrar algún recurso antibiótico.
En el Perú, no hay ninguna persona diagnosticada con esta afección respiratoria. La infección por el coronavirus empieza como un resfriado común y rápidamente se agrava, de forma que afecta las vías respiratorias, hasta el pulmón, en alrededor de 15 días. Es recomendable adoptar las mismas precauciones que debemos tener para evitar el contagio o contagiar el resfrío. Es decir, no acercarse demasiado a la persona resfriada, lavarse las manos antes y después del contacto, estornudar usando un papel desechable, usar mascarilla si es necesario hacerlo, etc.
En definitiva, se ha detectado la aparición de una enfermedad infecciosa de significativa gravedad y alto riesgo de diseminación. Por consiguiente, en estas circunstancias, es justificada la activación de la alarma sanitaria mundial, a fin de evitar las catastróficas epidemias y pandemias del pasado.
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