"El 77% de personas con discapacidad en el Perú no accede a puestos de trabajo"
La psicóloga y docente es una de las organizadoras de la “Makeathon”, una iniciativa que reunió a profesionales y personas con discapacidad para desarrollar tecnología. Conversamos sobre las iniciativas que, desde la sociedad y el Estado, se vienen planteando sobre el tema.
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Sarah Moll
Docente del Departamento de Humanidades
Texto:
Sandra HuaringaFotografía:
Christian Ugarte
La Mg. Sarah Moll es docente del Departamento de Humanidades de nuestra Universidad, y miembro del Grupo de Investigación en Robótica Aplicada y Biomecánica (Girab), una asociación de profesionales de distintas disciplinas interesados en impulsar la investigación en ingeniería a través de proyectos interdisciplinarios en temas como la biomecánica y robótica aplicada a la rehabilitación y asistencia. Conversamos con ella a propósito de la “Makeathon 2016: tecnología, discapacidad e inclusión social», una actividad que, durante 48 horas, reunió a profesionales de diversas áreas (ingenieros, psicólogos, rehabilitadores físicos, sociólogos, etc.) y personas con discapacidad para desarrollar un proyecto de innovación que combine tecnología y experiencia para hacer más fácil la vida de las personas con esta condición. Este evento se realizó los días 4 y 5 de agosto en la sala UNO del Complejo de Innovación Académica.
¿Cómo surgió la idea de hacer una ‘Makeathon’ sobre el tema de la discapacidad?
La ‘Makeathon’ es una iniciativa que surge de la organización israelí llamada Tikkum Olam Makers, que en hebreo significa “cambiando el mundo”, con el objetivo de juntar grupos interdisciplinarios para desarrollar productos de distintas características en un plazo determinado. Nuestra propuesta de valor es, quizás, vincularlo a temas sensibles y de responsabilidad social, como el de la discapacidad, la producción del agua, el medio ambiente, etcétera. Para ello, contamos con el auspicio de la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS), del Vicerrectorado Administrativo, el Vicerrectorado de Investigación, la Sala de Manufactura Digital VEO 3D y el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis), que nos han facilitado el contacto con las personas con discapacidad que participaron en el evento.
¿Cuál es la situación de la persona con discapacidad en el Perú?
En los últimos años, la situación viene cambiando para bien, pero todavía existen problemas con la posibilidad de acceso al trabajo. El 77% de personas con discapacidad en el Perú no accede a puestos de trabajo, y esto se relaciona directamente con su inclusión en la sociedad, su autonomía y que sean autosostenibles. Las políticas laborales no contemplan la empleabilidad de personas con discapacidad, pese a la existencia de cuotas, pues estas terminan cumpliéndose pero no facilitan el desempeño laboral. Por ejemplo, si una persona con enanismo es contratada por una empresa, pero no puede llegar hasta el lugar donde pasa su tarjeta, no está siendo debidamente integrada. Incluir a estas personas no solo significa darles un empleo y pagarles, sino adaptar el ambiente de trabajo, lo que, de hecho, implica mayores costos. También tenemos el tema del prejuicio. Muchas personas no se inscriben en el registro de personas con discapacidad porque no saben cómo van a ser tratadas o si eso les jugará en contra.
¿Cuál es la percepción de las personas con discapacidad sobre sí mismas?
Lo que ellos quieren no es ser tratados de manera especial, que es la idea que podríamos tener. El trato paternalista con respecto al discapacitado les incomoda mucho y, finalmente, no es una perspectiva que contribuya a su desarrollo. La idea es tener una perspectiva de fortalecimiento, es decir, ser conscientes de que estas personas tienen deficiencias, pero también capacidades como todos. Hay que preguntarse qué podemos hacer con ellas para que se desarrollen, se realicen personalmente y puedan trabajar. Su condición es la misma que podríamos tener todos. Algunos tenemos discapacidades a distintos niveles; tal vez, yo tengo una capacidad para desarrollar un aspecto y no otro y así cada uno. Sin embargo, las discapacidades físicas, cognitivas e intelectuales llaman mucho más la atención, y conducen a que estos grupos sean subalternizados y considerados fuera de la norma.
¿Qué debería hacer la sociedad para incluir a las personas con discapacidad?
Yo creo que la normativa en término de leyes existe. La constitución misma lo dice: nadie debe ser discriminado por ninguna condición. Siento que la dificultad está en cómo se hace efectiva la ley y eso depende mucho de la voluntad de los ciudadanos. Existe un gran vacío de información sobre cómo tratar a la persona con discapacidad, cómo incluirla y se opta por seguir políticas sin ninguna convicción. Pienso que se tiene que hacer un trabajo muy importante desde la infancia, en el colegio y la casa, en términos de sensibilización. Los padres tenemos un rol importante, pues nuestros hijos aprenden de nosotros. Tal vez estamos acostumbrados a utilizar nombres como el «cojito» o el «chato» y señalamos la diferencia como algo inferior. Si esa perspectiva cambia para bien, los niños empezarán a reproducir esa actitud. Una vez que se ubique la discapacidad como una diferencia que no implique subalternidad, estaremos avanzando hacia una sociedad más inclusiva.
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