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Postsecularización

  • Miguel Giusti
    Docente del Departamento de Humanidades

Los días 18 y 19 de noviembre nuestra Universidad será sede, en el Cuzco, de un congreso regional latinoamericano de COMIUCAP, la Confederación Mundial de Instituciones Universitarias Católicas de Filosofía. El tema general del congreso, en el que participarán como ponentes unos cincuenta filósofos de América y Europa, es: “Postsecularización. Nuevos escenarios del encuentro entre culturas”. Pero, ¿qué quiere decir, en buen cristiano, este extraño concepto de “postsecularización”? Se trata de un tema que viene movilizando a filósofos, teólogos y científicos sociales desde hace unos años y que tiene, entre sus principales protagonistas, a los filósofos Charles Taylor y Jürgen Habermas, así como al sociólogo José Casanova. Este último, precisamente, abrirá las sesiones del congreso con una conferencia magistral.

A lo que se alude con dicho concepto es al fin de un periodo histórico, la secularización, y al anuncio de la necesidad de concebir un nuevo periodo en el que se superen la limitaciones del precedente, que consistían sobre todo en la imposición de una visión racionalista estrecha que desacreditaba por principio a cualquier otra visión cultural o religiosa del mundo. Los tres autores mencionados coinciden en señalar que uno de los rasgos esenciales del proceso de secularización es la fractura entre el orden racional y el orden religioso, es decir, la desvalorización epistemológica y ética de la religión y su progresivo desalojo de la esfera pública, no solo de la política sino también de la esfera de las prácticas más comunes de la vida cultural. Esto es, por supuesto, relativo, porque, como bien señala Casanova1, y como lo sabemos especialmente quienes vivimos en los países latinoamericanos, sigue habiendo muchas formas de intervención de la religión en ambas esferas, y hay además “secularizaciones múltiples y variadas en Occidente así como modernidades occidentales múltiples y variadas”2. Pero el juicio es de fondo, y se refiere a un proceso que tiene ya hondas raíces y varios siglos de existencia en la historia, y que no solo marca una tendencia por muchos considerada como irreversible, sino que compromete las condiciones mismas en que se producen nuestros discursos racionales o nuestras creencias morales (las “condiciones de nuestras creencias”, “the conditions of belief”, como las llama Charles Taylor3).

La coincidencia mayor entre los autores que comento es, sin embargo, que el llamado proceso de secularización está plagado de malentendidos o que adolece precisamente de claridad conceptual, razón por la cual es indispensable repensar nuevamente sus orígenes, diferenciar mejor sus alcances, reexaminar sus pretensiones de verdad, dar cuenta de esas secularizaciones y modernidades múltiples. Hace falta imaginar una forma de concebir las relaciones entre la razón y la religión que no produzca una indebida desautorización de las cosmovisiones religiosas ni, por extensión, de las cosmovisiones culturales en general. Es a esa nueva articulación conceptual hacia donde apunta el concepto de “post-secularización” y en ella se plantean, como es natural, nuevos escenarios del encuentro entre las culturas.

Conoce más sobre el III Congreso Regional Latinoamericano de la COMIUCAP: Postsecularización. Nuevos escenarios del encuentro entre culturas en nuestra Agenda PUCP.

[1] José Casanova, “Reconsiderar la Secularización: Una perspectiva comparada mundial”, en: Revista Académica de Relaciones Internacionales, No. 7, noviembre de 2007, pp. 1-20.

[2] Ibídem, p. 5.

[3] Charles Taylor, A Secular Age, Cambridge/Londres: Harvard University Press, 2007, pp. 3, 11, 12-14, passim.

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