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El Baguazo en sus 10 años: el Perú sin integración

  • Antonio Peña Jumpa
    Docente del Departamento de Derecho PUCP

La principal causa del conflicto se encontró, y se sigue encontrando, en la falta de integración de quienes habitamos el territorio peruano. Existe un divorcio entre quienes asumen la representación como autoridades de nuestro Estado peruano, y de quienes ocupamos, en su compleja diversidad, el territorio del mismo Estado".

El 5 de junio de 2009 se produjo un violento desalojo de cientos o miles de comuneros amazónicos que ocupaban desde abril del mismo año el lugar denominado La Curva del Diablo, en Bagua, Amazonas, como protesta por la violación de sus derechos históricos u originarios. El desalojo, ordenado por el gobierno central del Perú, produjo una batalla entre policías y comuneros que devino en decenas de muertos, cientos de heridos y el desprestigio de las autoridades del Estado. Fue el inicio del fin de una confrontación étnica o cultural de dos mundos o grupos culturales que llevaba meses, años y siglos.  ¿Qué hemos aprendido de esta trágica experiencia?

A 10 años de estos hechos conocidos como El Baguazo, nuestro aprendizaje ha sido insuficiente.

La principal causa del conflicto se encontró, y se sigue encontrando, en la falta de integración de quienes habitamos el territorio peruano. Existe un divorcio entre quienes asumen la representación como autoridades de nuestro Estado peruano, y de quienes ocupamos, en su compleja diversidad, el territorio del mismo Estado.

En términos simples, esta causa principal puede graficarse en la pugna o la interrelación conflictiva de dos grupos culturales: de un lado, el Perú Oficial integrado por los descendientes criollos y los mestizos (empresarios y profesionales generalmente) que conocen y utilizan (bien o mal) el Estado peruano, centralista o capitalino; y, de otro lado, el Perú No-Oficial integrado por los mestizos y su población originaria (rural y urbana, de las comunidades campesinas, comunidades nativas y rondas campesinas) que ocupan históricamente los Andes, la Amazonía y hoy los sectores populares de la costa y las grandes ciudades. En este segundo grupo se encuentran las comunidades amazónicas que participaron en El Baguazo.

Esta interrelación conflictiva de los dos grupos culturales peruanos se expresa de distintas maneras, siendo una de ellas la defensa de propios intereses. El Perú Oficial defiende sus intereses apoyándose en el mismo Estado, buscando mejorarlo a través de la promulgación y ejecución de leyes o reformas de la Constitución escrita. El Perú No-Oficial, a su vez, también defiende sus diversos intereses, pero al no tener efectiva participación en las instituciones del Estado ni en los medios de comunicación nacional, utiliza las protestas o manifestaciones en las calles o redes sociales.

En esta defensa de intereses propios, y no comunes, es que se reproduce el origen de conflictos como El Baguazo. Veamos dos ejemplos de su manifestación.

1. El Poder Legislativo o Congreso del Estado Peruano, a través de sus congresistas suele aprobar leyes que favorecen a grupos de interés (empresariales o grupos económicos) sin tener en cuenta la opinión o consulta de grupos sociales afectados o potencialmente afectados. Por ejemplo, en el origen del conflicto de El Baguazo, el Congreso delegó facultades legislativas al Poder Ejecutivo para que promulgue normas que faciliten el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, sin que se haya informado, evaluado ni revisado las normas o posibles normas que podían afectar derechos de la población originaria (del Perú No-Oficial). El congreso tuvo oportunidad de revisar y derogar las normas que afectaban dichos derechos, pero, por los intereses de la mayoría de congresistas, no se hizo.

2. El Poder Ejecutivo del Estado Peruano, a través de su Presidente y sus ministros, suele optar por acciones políticas que priorizan el crecimiento económico (que impacta favorablemente en las empresas o grupos económicos) sin tener en cuenta igualmente la opinión o consulta de grupos sociales afectados o potencialmente afectados. Por ejemplo, al pedir y recibir las facultades legislativas delegadas por el Congreso, para normar las condiciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, el Presidente y sus ministros pudieron prever que las decenas de Decretos Legislativos que promulgaron afectaba a las comunidades originarias (del Perú No-Oficial). Por intereses económicos omitieron a las comunidades de El Baguazo.

Estos dos ejemplos muestran las pugnas de intereses o de interrelación conflictiva, entre los dos grupos culturales peruanos: el Perú Oficial y el Perú No-Oficial. Ambos ejemplos corresponden a los años 2006-2009 en que se gestó y desarrolló El Baguazo. Ellos también confirman la causa principal antes comentada: la falta de integración de autoridades estatales con la población de su territorio.

¿Cuánto ha cambiado aquella forma de actuar del Congreso y el Poder Ejecutivo en el Perú?  La crisis vivida hoy por la corrupción y la crisis política, y las decenas de conflictos sociales que reporta mensualmente la Defensoría del Pueblo, muestran que ese cambio es incipiente.

El Baguazo de 10 años atrás nos sigue enseñando. Aún es indispensable construir intereses comunes y la integración del país.

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