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Derrame de petróleo en los ríos afluentes del Amazonas

  • Ana Sabogal
    Directora de maestría en Desarrollo Ambiental y docente del Departamento de Humanidades

Los días anteriores hemos sido mudos testigos del derrame de petróleo en los ríos el Chiriaco y Morona, afluentes del Marañón que, a su vez, es afluente del río Amazonas. Se produce luego un derrame en Jaén, Cajamarca, precedido de varios derrames en años anteriores, en ríos que también desembocan en el Amazonas. A consecuencia de estos, se pierde una incalculable riqueza biológica de la que no somos conscientes ya que ha sido muy poco estudiada. Nos preguntamos si la multa impuesta permitirá sobreponernos al desastre ecológico causado.

La diversidad del río Marañón ha sido poco estudiada. Se trata de un espacio muy interesante donde la biodiversidad de la Amazonía se une a la diversidad de la cuenca del Pacífico. Causa de ello es la disminución de la altura de los Andes en el Paso de Porculla.  Esta característica geográfica conlleva, por un lado, a la confluencia entre especies de la cuenca atlántica a la cuenca pacífica y, por otro, a formar pequeños ecosistemas aislados en las quebradas secas, situados entre las estribaciones de los Andes. El derrame de varios miles de barriles de crudo tendrá indudablemente un impacto importante en estos ecosistemas.

Según lo reportado, el derrame se dio como consecuencia de la falta oportuna de mantenimiento de los ductos. El desastre ecológico es inmenso, será difícil revertir, y recuperar a la fauna y flora de este espacio. Lo triste es que no solo el río Amazonas se contamina, sino que se puede perder espacio no explotado y desconocido desde el estudio de la flora, fauna y los ecosistemas. Por otro lado, y no menos importante aunque mucho más estudiada, está la diversidad del Amazonas, que compite con los ríos más grandes del mundo y que alberga nuestra cuenca amazónica, única en el mundo.

Somos un país minero, indudablemente que sí, y toda actividad humana tiene un impacto sobre los ecosistemas. Sin embargo, existen formas de prevenir sin tener que recurrir a la mitigación de impactos. Hubiera sido mucho más barato considerar un mantenimiento oportuno de los ductos y el uso de tecnología adecuada tanto en términos económicos, sociales como ambientales. Esperemos que esta lección sirva para ser el país con mejores estándares de tecnología.

Los días anteriores hemos sido mudos testigos del derrame de petróleo en los ríos el Chiriaco y Morona, afluentes del Marañón que, a su vez, es afluente del río Amazonas. Se produce luego un derrame en Jaén, Cajamarca, precedido de varios derrames en años anteriores, en ríos que también desembocan en el Amazonas. A consecuencia de estos, se pierde una incalculable riqueza biológica de la que no somos conscientes ya que ha sido muy poco estudiada. Nos preguntamos si la multa impuesta permitirá sobreponernos al desastre ecológico causado.

La diversidad del río Marañón ha sido poco estudiada. Se trata de un espacio muy interesante donde la biodiversidad de la Amazonía se une a la diversidad de la cuenca del Pacífico. Causa de ello es la disminución de la altura de los Andes en el Paso de Porculla.  Esta característica geográfica conlleva, por un lado, a la confluencia entre especies de la cuenca atlántica a la cuenca pacífica y, por otro, a formar pequeños ecosistemas aislados en las quebradas secas, situados entre las estribaciones de los Andes. El derrame de varios miles de barriles de crudo tendrá indudablemente un impacto importante en estos ecosistemas.

Según lo reportado, el derrame se dio como consecuencia de la falta oportuna de mantenimiento de los ductos. El desastre ecológico es inmenso, será difícil revertir, y recuperar a la fauna y flora de este espacio. Lo triste es que no solo el río Amazonas se contamina, sino que se puede perder espacio no explotado y desconocido desde el estudio de la flora, fauna y los ecosistemas. Por otro lado, y no menos importante aunque mucho más estudiada, está la diversidad del Amazonas, que compite con los ríos más grandes del mundo y que alberga nuestra cuenca amazónica, única en el mundo.

Somos un país minero, indudablemente que sí, y toda actividad humana tiene un impacto sobre los ecosistemas. Sin embargo, existen formas de prevenir sin tener que recurrir a la mitigación de impactos. Hubiera sido mucho más barato considerar un mantenimiento oportuno de los ductos y el uso de tecnología adecuada tanto en términos económicos, sociales como ambientales. Esperemos que esta lección sirva para ser el país con mejores estándares de tecnología.

Los días anteriores hemos sido mudos testigos del derrame de petróleo en los ríos el Chiriaco y Morona, afluentes del Marañón que, a su vez, es afluente del río Amazonas. Se produce luego un derrame en Jaén, Cajamarca, precedido de varios derrames en años anteriores, en ríos que también desembocan en el Amazonas. A consecuencia de estos, se pierde una incalculable riqueza biológica de la que no somos conscientes ya que ha sido muy poco estudiada. Nos preguntamos si la multa impuesta permitirá sobreponernos al desastre ecológico causado.

La diversidad del río Marañón ha sido poco estudiada. Se trata de un espacio muy interesante donde la biodiversidad de la Amazonía se une a la diversidad de la cuenca del Pacífico. Causa de ello es la disminución de la altura de los Andes en el Paso de Porculla.  Esta característica geográfica conlleva, por un lado, a la confluencia entre especies de la cuenca atlántica a la cuenca pacífica y, por otro, a formar pequeños ecosistemas aislados en las quebradas secas, situados entre las estribaciones de los Andes. El derrame de varios miles de barriles de crudo tendrá indudablemente un impacto importante en estos ecosistemas.

Según lo reportado, el derrame se dio como consecuencia de la falta oportuna de mantenimiento de los ductos. El desastre ecológico es inmenso, será difícil revertir, y recuperar a la fauna y flora de este espacio. Lo triste es que no solo el río Amazonas se contamina, sino que se puede perder espacio no explotado y desconocido desde el estudio de la flora, fauna y los ecosistemas. Por otro lado, y no menos importante aunque mucho más estudiada, está la diversidad del Amazonas, que compite con los ríos más grandes del mundo y que alberga nuestra cuenca amazónica, única en el mundo.

Somos un país minero, indudablemente que sí, y toda actividad humana tiene un impacto sobre los ecosistemas. Sin embargo, existen formas de prevenir sin tener que recurrir a la mitigación de impactos. Hubiera sido mucho más barato considerar un mantenimiento oportuno de los ductos y el uso de tecnología adecuada tanto en términos económicos, sociales como ambientales. Esperemos que esta lección sirva para ser el país con mejores estándares de tecnología.

Los días anteriores hemos sido mudos testigos del derrame de petróleo en los ríos el Chiriaco y Morona, afluentes del Marañón que, a su vez, es afluente del río Amazonas. Se produce luego un derrame en Jaén, Cajamarca, precedido de varios derrames en años anteriores, en ríos que también desembocan en el Amazonas. A consecuencia de estos, se pierde una incalculable riqueza biológica de la que no somos conscientes ya que ha sido muy poco estudiada. Nos preguntamos si la multa impuesta permitirá sobreponernos al desastre ecológico causado.

La diversidad del río Marañón ha sido poco estudiada. Se trata de un espacio muy interesante donde la biodiversidad de la Amazonía se une a la diversidad de la cuenca del Pacífico. Causa de ello es la disminución de la altura de los Andes en el Paso de Porculla.  Esta característica geográfica conlleva, por un lado, a la confluencia entre especies de la cuenca atlántica a la cuenca pacífica y, por otro, a formar pequeños ecosistemas aislados en las quebradas secas, situados entre las estribaciones de los Andes. El derrame de varios miles de barriles de crudo tendrá indudablemente un impacto importante en estos ecosistemas.

Según lo reportado, el derrame se dio como consecuencia de la falta oportuna de mantenimiento de los ductos. El desastre ecológico es inmenso, será difícil revertir, y recuperar a la fauna y flora de este espacio. Lo triste es que no solo el río Amazonas se contamina, sino que se puede perder espacio no explotado y desconocido desde el estudio de la flora, fauna y los ecosistemas. Por otro lado, y no menos importante aunque mucho más estudiada, está la diversidad del Amazonas, que compite con los ríos más grandes del mundo y que alberga nuestra cuenca amazónica, única en el mundo.

Somos un país minero, indudablemente que sí, y toda actividad humana tiene un impacto sobre los ecosistemas. Sin embargo, existen formas de prevenir sin tener que recurrir a la mitigación de impactos. Hubiera sido mucho más barato considerar un mantenimiento oportuno de los ductos y el uso de tecnología adecuada tanto en términos económicos, sociales como ambientales. Esperemos que esta lección sirva para ser el país con mejores estándares de tecnología.

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