Un grupo de profesores de la PUCP transformó la relación con la comunidad de Pucusana en un laboratorio vivo de enseñanza y servicio. El proyecto PUCU-PUCP, nacido de una investigación sobre gestión y diversidad cultural, produjo la coedición Surcando Mares, y dejó “huellas” en microempresas locales, colegios y prácticas docentes.
Texto:Eduardo Dávila
Fotos:Archivo
10.10.2025
PUCU-PUCP surgió a partir de una beca de investigación del CAP dirigida a estudiar gestión desde la diversidad cultural, y eligió Pucusana por su mestizaje y la confluencia entre pesca y turismo. Como explica el magíster Miguel Villaseca, coordinador del proyecto, “empezamos con una beca del CAP y seleccionamos cuatro casos; Pucusana fue elegido por su mestizaje y por la confluencia entre pesca y turismo. Dieciséis profesores fuimos en una primera visita y finalmente once incorporaron el trabajo con Pucusana en sus cursos. Ha sido muy enriquecedor para todos los que hemos participado”. Esto muestra cómo una investigación pudo convertirse en capacidad pedagógica territorial.
El Dr. Levy del Águila, decano de la Facultad de Gestión y Alta Dirección, subraya el origen comunitario y el impulso colectivo que dio forma al proyecto: “En el contexto de la pandemia, nos juntamos con colegas y nos preguntamos por el sentido de nuestra actividad; así nació la voluntad de llevar a los estudiantes a Pucusana y trabajar con sus necesidades reales”. Esa memoria fundacional explica la decisión de convertir una investigación académica en un laboratorio de práctica territorial.
La iniciativa combinó trabajo con colegios, talleres, murales, diagnósticos aplicados. En la génesis del proyecto, participaron varios integrantes de nuestra comunidad y el soporte logístico del Centro Cultural EsCAPe hizo posible el vínculo sostenido con la comunidad.
Origen e impacto local de PUCU-PUCP: “Pucusana, un pueblo que acoge”
La metodología del proyecto fusionó arte, educación y diagnóstico aplicado: los estudiantes construyeron un mural colectivo con la frase “Pucusana, un pueblo que acoge”, y trabajaron con adolescentes, microempresarios y colegios locales para producir entregables concretos. Villaseca sintetiza los cambios observados: “He visto cambios en la atención al cliente, en sus cartas y en el uso de redes”, aunque admite que la falta de indicadores formales dificulta la cuantificación, lo cual plantea la necesidad de fortalecer la evaluación.
Empezamos con una beca del CAP y seleccionamos cuatro casos; Pucusana fue elegido por su mestizaje y por la confluencia entre pesca y turismo. Dieciséis profesores fuimos en una primera visita y finalmente once incorporaron el trabajo con Pucusana en sus cursos; ha sido muy enriquecedor para todos los que hemos participado».
Simón Rojas (trabajador del Centro Cultural EsCAPe y autor de la sistematización) confirma que la intervención generó aprendizajes prácticos para los emprendedores. “El proyecto ayudó a los emprendedores y familias de Pucusana les dio herramientas concretas para mejorar sus negocios: aprendieron a usar mejor las redes sociales, a organizar sus finanzas y a dar más valor a lo que ofrecen». De ese modo, la intervención incorporó valor simbólico con resultados aplicados.
Metodologías e interdisciplinariedad: del marketing al arte-educación
Un curso de marketing que integró estudiantes de Gestión y Diseño Industrial funcionó como laboratorio de interdisciplinariedad: equipos mixtos diseñaron propuestas y productos apropiados por negocios locales. Villaseca lo explica con claridad pedagógica y ética: “No hay que regalarles cosas, sino darles herramientas”. Esta idea orientó las propuestas hacia soluciones ejecutables con recursos locales limitados y con enfoque en la sostenibilidad.
Ganan nuestros alumnos porque, a través de todos los cursos y de los diferentes trabajos aplicativos que hemos hecho, los acercamos a la realidad que, para nosotros, siempre es fundamental como gestores».
De acuerdo con la profesora Paloma Martinez-Hague, gracias al valor formativo de este enfoque, “ganan nuestros alumnos porque, a través de todos los cursos y de los diferentes trabajos aplicativos que hemos hecho, los acercamos a la realidad que, para nosotros, siempre es fundamental como gestores. Ellos necesitan estar cerca de organizaciones y tienen muchas más oportunidades de prácticas preprofesionales en empresas grandes o medianas, pero los acercamos también a realidades diferentes fuera de Lima”. Esa mirada institucional subraya el encaje del proyecto con la formación en management.
Institucionalidad, recursos y la publicación como hito
PUCU-PUCP nació por impulso docente y no estuvo formalizado. Villaseca lo dice sin rodeos, “PUCU-PUCP en realidad no existió” en términos administrativos, pues no contó con código ni presupuesto propio. Su continuidad dependió del compromiso voluntario y del soporte logístico de EsCAPe, del cual es presidente y gerente general. Aun así, la coedición del libro Surcando Mares —financiada 50% por la Facultad de Gestión y 50% por EsCAPe— constituye un hito que documenta la metodología y facilita la réplica en otras unidades académicas.
(Ha sido) un ganar-ganar: los alumnos aplican lo aprendido y las organizaciones locales reciben apoyo aplicado».
Como resume la Dra. Paloma Martinez-Hague, docente involucrada desde el inicio, esta articulación ha sido “un ganar-ganar: los alumnos aplican lo aprendido y las organizaciones locales reciben apoyo aplicado”, y la expectativa es consolidar y replicar el modelo en otros cursos y facultades para ampliar su impacto.
Seguimiento, evaluación y límites: lo material vs. lo simbólico
La principal limitación del proyecto radica en la falta de mecanismos formales de seguimiento: no existen fondos asignados ni métricas estandarizadas, y el control del progreso depende principalmente de EsCAPe y de los equipos docentes. Son estos quienes acuerdan que cada curso deje “un momento o producto” como retribución a la comunidad.
Villaseca subraya, además, el papel de la DARS: “Fue muy proactiva ante cualquier iniciativa que los profesores quisieran emprender, ya sea trabajos de campo o proyectos como PUCU-PUCP, que promueven este tipo de experiencias”. Recuerda también que dicha colaboración permitió ampliar la participación de diversas unidades académicas y facilitar los procesos administrativos necesarios para su ejecución.
La DARS fue muy proactiva ante cualquier iniciativa que los profesores quisieran emprender, ya sea trabajos de campo o proyectos como PUCU-PUCP, que promueven este tipo de experiencias».
Estudiantes como Etna Huamani confirman la dimensión formativa de esa vivencia: “Para mí, la importancia de este proyecto está en que nos permitió salir de lo teórico y llevar lo aprendido a la práctica. Lo más valioso es que, desde nuestras diferentes carreras, pudimos soñar, crear y poner en marcha ideas que realmente tienen un impacto en la comunidad.” Ese testimonio subraya la lógica de aprendizaje experiencial reivindicada por el proyecto.
Próximos pasos: compartir la metodología e institucionalizar la práctica de PUCU-PUCP
El objetivo inmediato es difundir Surcando Mares como guía práctica, ofrecer talleres para docentes, y avanzar hacia la institucionalización del proyecto dentro de la facultad y la Universidad. Villaseca resume el propósito con claridad: “Lo que buscó PUCU-PUCP es institucionalizar”, y propone formatos de capacitación y acuerdos que faciliten la continuidad más allá del impulso voluntario. El Dr. Del Águila agrega: “La experiencia PUCU-PUCP culminó este año. Lo que ha logrado el proyecto es que los estudiantes que puedan hacer frente a situaciones organizacionales prácticas en las que pueden aportar poniendo en marcha su proceso cognitivo”.
PUCU-PUCP demostró que la Universidad puede conectar el saber con el territorio desde la docencia aplicada, la investigación participativa y el trabajo cultural. La conjunción de estudiantes motivados, docentes y actores locales abrió oportunidades para Pucusana y dejó una lección para la PUCP: acciones de este tipo exige voluntad, recursos y mecanismos de evaluación que respeten a las comunidades. Cuando la PUCP sale del aula con humildad y herramientas, todos aprenden.
En esta nota
Miguel Ángel Villaseca
Presidente y gerente general de la asociación Escape (Espacio de Creación desde las Artes Perú)
Licenciado en Administración por la Pontificia Universidad Católica del Perú y docente ordinario (auxiliar) en la PUCP, tiempo parcial por asignaturas, Departamento Académico de Ciencias de la Gestión — Sección Gestión. Es también bachiller en Arquitectura-Urbanismo por la Universidad Ricardo Palma, realizó un Máster especializado en Responsabilidad Social (EADA, Barcelona), y posee un Diploma internacional […]
Paloma Martinez-Hague
Coordinadora de la Red Alumni Gestión PUCP en la Facultad de Gestión y Alta Dirección
Doctora en Gestión Estratégica (mención en Gestión Empresarial y Sostenibilidad) por la Pontificia Universidad Católica del Perú, tiene un Master of Arts in Human Resource Development and Management Learning (University of Lancaster) y es licenciada en Administración. Es profesora asociada y docente a tiempo completo en el Departamento Académico de Ciencias de la Gestión — […]
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