¿Cuánto espacio hay para la teoría en la enseñanza de las artes escénicas?

Creo que esta idea tiene que ver con la responsabilidad también en el modelo educativo. A lo largo de los años he visto a muchos estudiantes acercarse con temor a la teoría porque lo que han escuchado, durante su formación, es que esta solo es para los académicos y que el teatro es, por el contrario, una actividad de creatividad e inspiración. Mi labor es convencer a los estudiantes y a los mismos creadores que la teoría no está peleada con la creatividad e incluso se complementan para ahorrar pasos.

¿Cómo hacerles ver a los estudiantes que en la misma práctica también hay mucha investigación?

Instintivamente el director de escena y los creativos –escenógrafos, vestuaristas o iluminadores- hacen investigación porque tienen que encontrar el estilo para comunicar. También los actores para construir sus personajes deben leer, observan personas, climas y palabras. Decirles conscientemente que se hace investigación es lo que hace falta, que sea claro PARA que le pierdan el miedo a la palabra “teoría” o “método”.

¿Cuál debe ser la labor del docente?

Los profesores invierten mucho tiempo en generar programas de estudio, en ensayos y no les queda tiempo para reflexionar sobre lo que se ha hecho. Es necesario que los docentes puedan sentarse, pensar y sistematizar sobre lo que se ha realizado. Muchas veces el momento creativo se convierte en una burbuja, en una inmersión que impide construir espacios de reflexión sobre el trabajo mismo.

¿Todos los alumnos pueden realizar investigación académica?

Es como preguntar si todos tenemos la capacidad de cantar. Yo creo que sí, no todos lo hacemos bien, pero eso no sea lo más importante. Quizá sea mejor preguntarnos si cantar nos hace felices. Creo que este idea parte de un prejuicio que vincula la investigación con una élite, del mismo modo como se vincula el teatro a ciertos espacios. Por ahí sea mejor hablar de grados, habrá algunos más apasionados que otros; sin embargo todos tendríamos que saber que somos capaces de hacerlo.

¿Qué metodología propone para el estudio de las artes escénicas?

Hay que partir del método científico. Es decir, hay que delimitar un tiempo, ir a fuentes, hablar con especialistas. Quizá algunas herramientas cambien. Por ejemplo, podemos utilizar bitácoras donde se registre lo que está pasando en ese momento y al que se puede regresar para reconstruir los hechos. Hay que inventar nuestras propias metodologías para estudiar las artes escénicas; pero sí acotando, teniendo presente que debemos tener ciertos límites.

El Perfil

Nombre: Sisu González