Un centro de escritura académica en la PUCP
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María Gracia Ríos
Coordinadora académica del Área de Formación Docente - IDU
En la PUCP y en el Perú, centros de este tipo se hacen cada vez más necesarios y urgentes. No solo por lo que significa en cuanto a herramientas y recursos para que los estudiantes mejoren su escritura, sino también por lo que nos puede brindar como espacio comunitario".
Cuando me encontraba realizando mis estudios de posgrado, tuve que enfrentarme a la difícil tarea de escribir trabajos de investigación en inglés. Yo sentía que podía comunicarme sin dificultad en un país de habla inglesa, pero tenía muchas inseguridades al hacerlo de manera escrita. Así que aproveché y pedí una cita en el Writing Center, un servicio que la universidad ofrecía de manera gratuita a todos sus estudiantes y que consistía, principalmente, en consultorías con tutores especializados que revisaban tu material y te brindaban recomendaciones de mejora. Como cualquier persona que llega a uno de estos centros por primera vez, yo pensaba que el tutor que me habían asignado haría las correcciones del caso, yo las pasaría “en limpio” y el trabajo estaría listo para su entrega. Pero no fue así. Llegué y allí me esperaba Lynda, una estudiante de posgrado como yo, que, sin imaginárselo, cambiaría para siempre mi manera de escribir.
La primera cosa que me impresionó de Lynda es que no llevaba consigo un lapicero rojo, ese símbolo universal de la corrección. Tampoco había hecho muchas anotaciones al margen en el trabajo que yo le había enviado con anticipación. Apenas me senté, Lynda empezó a preguntarme por el objetivo de la tarea asignada, por mi propuesta, mis argumentos, mis ideas, etc. Nada de lo que respondí se manifestaba claramente en lo que había escrito. Y eso es lo que ella procedió a hacerme notar.
Con recomendaciones tan simples como que cada párrafo debía transmitir una sola idea o que la primera oración de un párrafo debía presentarla directamente, esa reunión me ayudó a darme cuenta de que mi problema no era con el idioma, sino más bien que necesitaba un espacio para reflexionar sobre mi propio proceso escritural. Para mí, fue terapeútico. Incluso cuando sentía que mi escritura había mejorado sustancialmente, seguía yendo al Writing Center en busca de un lugar donde pudiera compartir y discutir con otros lo que implica pasar de la página en blanco, y dejar de pensar en la escritura como un acto absolutamente personal y solitario.
En la PUCP y en el Perú, centros de este tipo se hacen cada vez más necesarios y urgentes. No solo por lo que significa en cuanto a herramientas y recursos para que los estudiantes mejoren su escritura, sino también por lo que nos puede brindar como espacio comunitario. Paralelamente, el centro puede servir para refrenar una práctica deshonesta que se encuentra en pleno crecimiento: la aparición de servicios informales que prometen realizar un trabajo de investigación de principio a fin y que pululan por los alrededores de todas las universidades peruanas. Gracias al trabajo conjunto del Sistema de Bibliotecas PUCP y la Escuela de Posgrado, el Centro de Escritura Académica de la PUCP, próximamente, iniciará sus actividades para este semestre 2019-2, con un equipo pequeño pero eficaz.
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