La dignidad enfrenta al APRA
La renuncia de Mercedes Aráoz a la candidatura del Partido Aprista, provocada en parte por Jorge del Castillo quien no aceptó separarse de la lista parlamentaria, ha creado una honda crisis en el partido.
La candidata anunció que por «principios» (una referencia a su insistencia de que no podía haber candidatos con juicios referentes a actos de corrupción en proceso) no podía aceptar la presencia de Jorge del Castillo en la lista.
Por su parte, Del Castillo declaró que esa decisión constituía una afrenta a su dignidad. La dignidad de una contra la dignidad del otro. ¿Quién ganó? Aparentemente, nadie. Mercedes Aráoz dejó de ser candidata, el APRA perdió a su plancha presidencial y Jorge del Castillo fue relegado al puesto número 36 por su propio partido.
Sin embargo, desde otra perspectiva, Mercedes Aráoz ganó. Al renunciar por motivos principistas, pudo salir de la crisis con la cabeza en alto y, sin duda, puede ser objeto de la estima de muchos, apristas y no apristas. En cambio, Jorge del Castillo ha perdido mucho: en su lucha por defender su «dignidad» ha precipitado una crisis en su propio partido y no ha conseguido lo que pretendía.
Tal vez el APRA puede aprender una lección: trabajar con más transparencia (la verdad es que la designación de Mercedes Aráoz como candidata no fue muy transparente) y practicar la política de avanzar cediendo (lo que Jorge del Castillo no hizo, pero de la cual Haya de la Torre era el gran maestro).
Klaiber sobre la candidatura de Aráoz hace dos meses:
El 4 de noviembre publicamos la columna El APRA y los independientes, donde el R.P. Jeffrey Klaiber analizaba el apoyo histórico del APRA a candidatos que no formaban parte del partido, a raíz de la elección de Mercedes Aráoz como postulante a la presidencia del país.
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