Huaicos, desastres y derecho de vivienda
El problema central es la necesidad de vivienda o el derecho de vivienda que fuerza a una familia migrante o extendida a ocupar una zona de riesgo.
¿Cuál es la causa principal por la que se producen los desastres con daños materiales y muertes tras los huaicos en las quebradas del Perú? Desde un enfoque humano y social la causa principal se encuentra en la necesidad de vivienda de la familia o personas que ocupan una zona de riesgo. Al no tener dónde vivir, por la migración o por los altos costos de viviendas seguras, o al estar muy incómodos en el lugar previo que vivían (por la extensión de su familia nuclear), estas familias o personas pasan a ocupar lugares vulnerables a los huaicos.
Esto significa que la causa principal del desastre tras los huaicos no se encuentran ni en la lluvias –hoy temporalmente torrenciales-, ni en el desconocimiento por las propias familias o población de los lugares de riesgo. Las lluvias y los huaicos son fenómenos físicos que normalmente ocurren en distintos grados durante el verano costeño, y las rutas de los huaicos o zonas riesgosas también son conocidas en forma normal por los vecinos del lugar.
El problema central es la necesidad de vivienda o el derecho de vivienda que fuerza a una familia migrante o extendida a ocupar una zona de riesgo. Es una necesidad, pero curiosamente no necesariamente irracional. Como el huaico es temporal y no circula siempre por el mismo lugar, las familias necesitadas de vivienda se ven más convencidas de ocupar dichas zonas. La necesidad de vivienda se presenta como un problema humano y social que en países como el nuestro se materializa ocupando zonas riesgosas o vulnerables a fenómenos como los huaicos. Es más, esta necesidad ha conducido a que la vivienda se constituya en un derecho fundamental regulado en las Constituciones Políticas de 1979 y 1993.
¿Qué alternativas de solución corresponde aplicar a la causa humana y social de la vivienda en zonas de riesgo para prevenir los desastres tras los huaicos? La respuesta también es humana y social: entender y actuar al lado de las familias o personas que ocupan las zonas de riesgo. En el caso de las familias migrantes, por ejemplo, es urgente comprender por qué migran. ¿Por qué dejan su lugar de origen prefiriendo ocupar una zona de riesgo? Comprendiendo estos intereses, se podrá atacar la causa de la migración y de la ocupación riesgosa.
En el caso de familias del lugar que se consolidan y extienden, cabe comprender por qué no tienen otro lugar donde vivir. ¿Por qué no se consolida el ascenso social familiar local, muy propio del desarrollo económico, que pudo permitir la construcción y ocupación de nuevas viviendas seguras? Igualmente, al comprender estas limitaciones sociales y económicas, se podrá atacar la causa de la falta de progreso local y de la ocupación riesgosa.
Ambos ejemplos son generales y complejos. Ambos dependen de políticas públicas de la autoridad local, regional y nacional. Sin embargo, también podemos sumar medidas concretas que desde la localidad vulnerable se pueden trabajar:
1. Empoderar (incluyendo organizar) a la población local para que delimite, proteja y controle sus zonas de riesgo.
2. Construir bajo el liderazgo de la población local y en forma comunitaria las obras públicas necesarias para prevenir y mitigar los desastres producidos por los huaicos.
3. Elaborar proyectos de vivienda, con participación de la población local, que favorezca a las familias en necesidad.
En suma, la causa principal que produce los desastres tras los huaicos, tiene tras de sí una necesidad humana y social reconocida como Derecho de Vivienda. Al ser un derecho fundamental, las autoridades del Estado están doblemente obligadas a comprender y atender a las familias necesitadas, pero, ante todo, es la propia población local la que tiene el derecho y obligación de prever y controlar la aplicación de ese derecho en sus zonas de riesgo. El derecho a la vivienda es prioritario, pero se limita ante los desastres que ocurren tras fenómenos naturales como los huaicos.
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angela
este fenomeno me da miedo