Uno de los problemas que tienen quienes quieren entender los fenómenos históricos es la posibilidad de comprenderlos contextualizados, porque las épocas y circunstancias en las que ocurren son irrepetibles. No se puede entender las cruzadas, la inquisición, la esclavitud de los afroamericanos, el confinamiento de indios en reservas, las violaciones de mujeres luego de las derrotas militares, la bomba atómica de Hiroshima, como si ocurrieran hoy o con los ojos y sistemas legales internacionales de hoy. Pero a su vez, sí es posible identificar algunos componentes de situaciones históricas nefastas que sí han evidenciado ser repetibles en el tiempo. Por ejemplo, cómo la continua presencia del antisemitismo a lo largo de la historia a la hora de ser exacerbado en momentos críticos se convierte en factor de agresión física a la población judía, como se ha constatado reiteradamente en el Medio Oriente y Europa y se puede seguir haciendo observando las caricaturas y alusiones antisemitas en los medios y políticos hostiles y en las votaciones de la ONU. Otro ejemplo es el de los caudillos de turno de un pueblo que al erigirse como el líderes que encarnan la lucha cósmica entre el bien y el mal toman a los judíos como blanco de sus ataques como hicieron los romanos, los reyes católicos, Stalin, Hítler, quienes sostenían que para que unos vivan hay que eliminar a los otros. Actualmente es la misma retórica que se encuentra en los movimientos fundamentalistas radicales islámicos y en los líderes de los movimientos y países árabes que postulan la destrucción de Israel y la desaparición del pueblo judío.

Basta un caudillo y una cúpula de fanáticos dementes y allegados con pasado militar con sed de poder, para crear un movimiento que intimide por la fuerza a los demás y se convierta en una opción con capacidad de generar adherentes entre los marginales (como ocurre con los líderes de los genocidios actuales del ISIS en Siria-Irak, o Boko Haram en Nigeria).

La conferencia “Heridas, lecciones y aspiraciones que heredamos del Holocausto” pretende identificar aquellas heridas que a lo largo de la historia han modelado la mentalidad judía en cuanto a su seguridad y capacidad de supervivencia, para los cuales el Holocausto fue el hito más dramático, y junto con ello tomar nota de las lecciones que se derivan del antisemitismo histórico y los genocidios de judíos. En esa perspectiva quien quiera entender el conflicto en el Medio Oriente, el sesgo antisemita de los medios y a su vez las razones de Israel para no confiar su seguridad en la ONU ni en las potencias mundiales, podría encontrar en esta charla algunas pistas.

Concluyo la charla señalando algunas expectativas sobre la vida en un mundo responsable y tolerante. En ese sentido espero que el público entienda que si bien las víctimas principales del Holocausto fueron los judíos, fenómenos de esa naturaleza pueden convertir a cualquier población en su próxima víctima, especialmente cuando la indiferencia y falta de reacción adecuada de la sociedad terminan empoderando al caudillo criminal.

León Trahtemberg participará en el evento Revelaciones y aprendizajes del holocausto: hacia una sociedad tolerante, que será el 25 y 26 de junio. Conoce más en nuestra Agenda PUCP.