Gestión de Educación Continua como espacio de crecimiento de las universidades
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Félix Cerna
Jefe de Planeamiento y Gestión de Dirección de Educación Continua PUCP
El presente artículo brinda una propuesta de los principales componentes a considerar para una gestión de la educación continua (EC) de calidad en las universidades:
Las universidades cuentan con una definición de educación continua que involucra los ámbitos de acción que le quieren dar. Encontramos, por ejemplo, definiciones como: procesos de aprendizaje a lo largo de la vida (engloba oferta para niños o personas mayores), educación ejecutiva o profesional (personas con título universitario) y educación abierta (no hay requisitos de admisión).
La educación continua es un eje institucional y estratégico más de la universidad, lo que le permite participación en las decisiones que le conciernen. La EC en algunas universidades está adscrita a un vicerrectorado académico, sin embargo también es usual encontrar la EC dentro del vicerrectorado de extensión, de vinculación con el medio, o incluso de posgrado. En este ámbito se desarrollan y difunden sus políticas y lineamientos.
El docente de EC es un profesional con una tendencia principalmente práctica en el expertise que desarrolla. Las universidades deben garantizar un sistema acorde de contratación, capacitación, vinculación y desarrollo; ello con la finalidad de involucrarlo con la comunidad docente universitaria y asimismo identificarlo para la incorporación a la plana de docentes de pregrado y posgrado.
La EC debe responder a un ejercicio serio de planeamiento de corto, mediano y largo plazo. Asimismo, estos planes deben reflejarse en presupuestos elaborados bajo escenarios realistas que garanticen el cumplimiento de los recursos económicos para la universidad, incentivos económicos para las unidades, y que eviten generar subvención económica, es decir, que las actividades permitan por lo menos cubrir sus costos.
El área comercial y marketing tiene un rol protagónico para garantizar que se cumplan, a través de las matrículas, las cuotas de ingresos proyectadas en los presupuestos. Además de tener una interacción cercana con el mercado con la finalidad de obtener información de necesidades formativas, identificación de demandas específicas de grupos particulares de interés y finalmente el desarrollo de sistemas eficientes que permitan la inscripción, matrícula y sobre todo recompra de los programas.
La infraestructura en EC es la tercera prioridad para la asignación de aulas luego de la atención al pregrado y postgrado. En ese escenario, se deben proponer estrategias que permitan contar con aulas que cumplan con las condiciones requeridas por la EC. Es importante mencionar que algunas universidades han comenzado a descentralizar su oferta, ya sea alquilando o comprando espacios fuera de su campus principal con la finalidad de estar más cerca de su público.
La EC requiere desarrollar un sistema integrado de información que permita el acompañamiento durante todo el proceso, es decir, desde el registro, inscripción, matrícula, ejecución y cierre del programa. Este sistema debe brindar indicadores de gestión relacionados a: número de alumnos matriculados, número de docentes, número de programas de EC abiertos o a medida, clientes corporativos, rendimiento económico de los programas, resultados de evaluación docente, retiros de alumnos en los programas, etc.
La evaluación de la calidad es transversal a todos los procesos de EC. Para una mejor evaluación la EC se divide en 3 etapas: inicio o planificación, ejecución u organización y cierre. En ese sentido, se deberán poder medir los siguientes aspectos: académico (contenidos y plataforma educativa), docente (dominio del tema, metodología y aplicación práctica), rendimiento económico (generación de excedentes), administrativo y logístico (materiales, recursos e infraestructura) y procesos de soporte (inscripción y matrícula).
La EC tiene relación directa con las actividades de profesionalización, actualización de conocimientos, y desarrollo de competencias laborales, es por ello que compatibiliza y se vincula con los requerimientos propios del estado. Para ello se requiere el diseño de oferta académica flexible en términos de contenidos, número de horas y metodologías innovadoras y prácticas. Este tipo de oferta no genera esfuerzos en las áreas comerciales y de cobranzas, y además reduce el uso de infraestructura de la universidad.
La EC requiere reforzar su sentido de pertenencia dentro de una red, ya sea esta nacional (por ejemplo, la Red de EC de Universidades Chilenas) o internacional (Red de Educación Continua de América Latina y Europa – RECLA). A través de este vínculo las universidades trabajan en la elaboración de marcos de funcionamiento, mecanismos propios de autorregulación, son espacios colaborativos de trabajo y permiten la identificación de buenas prácticas.
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