“El cine comercial no tiene por qué estar reñido con la calidad”
El actor mexicano, Damián Alcázar, visitó Lima para participar como jurado en la competencia oficial de ficción del 17° Festival de Cine de Lima. Conocido por su extensa participación en diversas peliculas como La Ley de Herodes, El Crimen del Padre Amaro y Las Crónicas de Narnia: El príncipe Caspian, comentó sobre cuál es su percepción del cine en general y en especial del latinoamericano.
-
Damián Alcázar
Actor mexicano
Texto:
Susana Navarro
¿Qué es lo mágico que encuentra en el cine?
He visto cine desde muy pequeño y me llenó totalmente el espíritu, la vista y el cuerpo, por la fantasía. El cine lo tiene todo, es como los sueños y las pesadillas. Es como la vida, muestra la historia de la gente, el espíritu humano, es muy cercano a uno mismo. Como espectador, te encuentras en lo oscuro, con el ojo puesto donde el director te lleva, escuchando, viendo, viviendo una historia que se te está mostrando y como actor, haces posible esos sueños, esas historias y esos temas.
¿Cree que el cine solo sirve para entretener?
El cine siempre sirve para ser mejores, para caminar, aprender, entendernos más, para comunicar nuestras emociones, ideas, conceptos, para ver el mundo. Cuando ves una película hindú puedes conocer una pequeña parte de la India, lo mismo con una película coreana o iraquí, entiendes al hombre de esa latitud, su problemática, puedes entender su mundo. Como cuando ves una película de la naturaleza y puedes acercarte a las hormigas y ver cómo viven o cómo se relacionan. El cine sirve para aprender, conocer, entender más la vida y para vivir.
Cuando trabajó con Luis Estrada, la película La Ley de Herodes (1999) fue censurada. Cree que en nuestros países todavía existe un recelo hacia ciertos temas como el político.
La censura es de la gente mediocre, lo aplica la gente temerosa e ignorante. No debería existir ninguna censura porque uno es libre de leer lo que quiera y nadie tiene porque venir a decirte que no puedes leer eso porque es pecado. No debería haber censura de ninguna manera. La libertad para expresarse es algo por la cual ha muerto mucha gente, por tantos años de oscurantismo y de ignorancia. Deberíamos ser más abiertos mientras no atentes contra la dignidad de una persona al exponer tus ideas. Creo que esos temas como los políticos, sociales, etc., son del dominio público, no nos pueden seguir engañando con que el Perú o México están en el primer mundo, sigue existiendo hambruna, nuestros grupos étnicos están en la pobreza y muchas cosas más, es vergonzoso. Todos estos temas tienen que ser tratados en el cine, la literatura, la música, el arte. No hay una razón por la que deban ser censurados.
¿Usted cree que una película compromete su calidad al tratar de ser más comercial?
Hay una mala conjugación de estos elementos y no tiene porque ser así, debería ser buena. Lo comercial no tiene por qué reñirse con la calidad y viceversa, una cinta de mucha calidad no tiene por qué no ser comercial, en el sentido de que pueda recuperar la inversión y que pueda ser vista masivamente. Por ejemplo, los gringos están haciendo muchísimos programas de televisión con mejor calidad que sus producciones de cine y la televisión es altamente comercial. Ahí vemos que sí es posible compaginar muy bien la calidad con lo comercial.
¿Cómo elige la película en la que va a estar? Usted mencionó que no necesariamente participa en películas con un gran presupuesto.
Todo depende del tema: si es interesante, complejo, inteligente; intento estar incluido. Sí he participado en películas que no tenían un gran presupuesto porque leo la historia y creo que vale la pena contarla, es necesario vivirla y te da cosas que son necesarias de aprender, entonces doy esa historia, no importa si solo ganas para el café diario.
Usted mencionó que no quiere ser un actor famoso, sino ser un gran actor. ¿Qué ha cambiado en usted desde que participó en El centro del laberinto (1985) hasta ahora?
Creo que en la experiencia que te da el quehacer cotidiano, el esfuerzo constante de mejorar tu propia calidad y la sabiduría que te deja cada uno de los personajes que te van modificando. Creo que ahora soy mejor persona, mejor actor, mejor defensor de mis convicciones, tengo más madurez al respecto. Todavía me falta muchísimo, uno nunca termina de cambiar, porque en el arte, al decir que ya estas consolidado, ya te fregaste. Tienes que enfrentarte al siguiente proyecto y resolverlo de la mejor forma, superando tu propio pasado y tu propia calidad. Tengo un objetivo claro, hacer mi trabajo cada vez mejor, porque lo disfrutas más, lo conoces más, entiendes más cosas, llegas con mucho más dominio de todos los elementos para conjugarlos y sacar lo mejor del personaje, en conjunto con el guión, el director, el fotógrafo, etc. A mi parecer es lo que permite vivir placenteramente y no tanto el tener un coche maravilloso, una casa grande y un chofer, a alguien le puede dar tranquilidad y puede disfrutar eso, pero yo disfruto más de un quehacer activo.
Sobre el cine latinoamericano, ¿cree que la época de oro del cine ya no volverá o estamos viviendo una nueva época?
Es como pensar que los hombre de ahora son mejores de los de antes, pues no, siguen siendo lo mismo. En el cine mexicano, en la época de oro había mucho más cine mexicano de pantallas, ahora no, y supongo que en Perú pasa lo mismo. Insisto que lo que necesitamos son más salas de cine para ver nuestras historias, nuestro cine, de manera constante y diaria, que se sepa que puedes ir a un cine en el Callao o en Miraflores y siempre habrá una sala con cine peruano y en otras salas habrá cine coreano, hindú, uruguayo, pero de calidad, cuando tengamos eso, los cineastas y el público principalmente, seremos felices. Así vamos a tener una industria de cine y eso significa muchísimo trabajo para la gente, podremos contar nuestras historias, recuperar y sacar adelante nuestros talentos.
Deja un comentario