“En una sociedad tan desigual como la limeña existe una forma común de interacción y sociabilidad”
Cuando el Estado no resuelve los problemas estamos dispuestos a tomar la iniciativa, pero de forma individual y aislada. ¿Somos una sociedad individualista? El Dr. Danilo Martuccelli nos da una explicación desde la sociología del individuo y de su libro más reciente “Lima y sus arenas”.
-
Danilo Martuccelli
Profesor en la Universidad de Paris-Descartes
Texto:
Solange AvilaFotografía:
Alex Fernandez
¿En qué circunstancias surge la sociología del individuo?
La sociología del individuo es una variante de la sociología, pero que en realidad forma parte de la más vieja tradición. Un relato epónimo dice que las sociedades modernas nacen construyendo individuos, porque son sociedades muy complejas con muchos círculos sociales y con una diversidad de grupos sociales. Durante mucho tiempo la sociología se interesó más hacia los grupos colectivos que a las experiencias individuales. Pero en las últimas décadas hay un intento de las ciencias sociales de singularizar los análisis sociales y se da más peso a las diferencias intragrupales y a las experiencias individuales.
¿Cómo se aproxima la sociología del individuo a los roles sociales?
A finales del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX, la sociología construyó la noción del personaje social. Es decir, cada quien desempeñaba un rol social de manera estereotipada o caricaturesca. Las mujeres tenían una serie de rasgos y los hombres, otros; los miembros de las clases obreras tenías actitudes diferenciadas de los de clase media acomodada.
Hace unas décadas, por una serie de trabajos empíricos, la sociología y las ciencias sociales reconocen cada vez más la singularización de trayectorias dentro de los casilleros sociológicos. Entonces aparece una sociedad donde existen trayectorias que tienden a singularizarse y, por lo tanto, los actores tienen la impresión de ser menos consistentes cuando juegan roles sociales.
Hay una imagen que resume -tal vez mejor que muchas otras- la transformación social y cultural en esta ciudad. La última escena de la película Asumare, en donde el personaje de clase media se encuentra con una chica de uno de los colegios más acomodados de Lima y descubre que ella es tanto más viva o achorada que él. Eso es Lima. Cualesquiera que sean las diferencias, ha aparecido una sociabilidad común producida desde abajo subiendo a todas las categorías sociales. En una sociedad tan desigual como la limeña existe una forma común de interacción y sociabilidad.
¿Qué función cumplen los libros de autoayuda en este contexto de desorientación?
Durante mucho tiempo, la tradición era una guía suficiente para la acción cotidiana. Sin embargo, el sentimiento en la sociedad de hoy eso no funciona más y aparece un sentimiento de relativa desorientación en los actores sociales. Los libros de autoayuda o de desarrollo personal se han vuelto un verdadero boom editorial, en el que un conjunto de expertos dan consejos a las personas para poder enfrentar una serie de desafíos en la vida cotidiana. Los individuos buscan suplementos de información para poder desempeñar roles sociales que, tienen la impresión, no pueden desarrollar más como los enseñaron. Ya sea consultando con expertos, amigos, prensa, emisiones de radio, televisión, internet, etc.
¿A qué se refiere con el “individualismo a la limeña”?
Se basa en el libro Lima y sus arenas que presenta la hipótesis de que la ciudad de Lima ha conocido un conjunto de procesos estructurales disímiles que han dado lugar a una transformación profunda de la sociedad limeña. El pueblo vive una especie de languidecimiento en tanto al gran referente político y a las fuertes jerarquías culturales, seguido por un sentimiento mayor de zozobra o de colapso económico y urbano en la década de 1980. Así se da un proyecto reglamentador, es decir, una voluntad de puesta en regla de la sociedad que se produce tanto desde arriba, desde el Estado y desde la demanda de los ciudadanos. Este proceso reglamentador basado en esta exigencia creciente de igualdad da lugar a un individualismo a la limeña.
Eso quiere decir que los individuos tienen el sentimiento que tienen que hacerse cargo por sí mismos de cosas que en otras sociedades son asistidas por las instituciones o el Estado. Los limeños tienen el sentimiento de que son hiperactores, que se sienten cada vez más empoderados y que deben encontrar por sí mismos respuestas a los desafíos de la sociedad.
¿Cómo influye la presencia del hiperactor en nuestra sociedad?
El hiperactor se toma a sí mismo como centro del universo, se impone en la figura limeña del achorado. Basta tener en cuenta la metáfora del estadounidense que se encuentra con un latinoamericano. La impresión es que los latinoamericanos no aplican reglas pero tienen ciertas astucias; y el latinoamericano piensan que los estadounidenses son tontos. Esta contraposición se da porque el estadounidense está acostumbrado en su sociedad a que las instituciones resuelvan una serie de cuestiones. Mientras tanto, los latinoamericanos viven en un conjunto muy importante de problemas cotidianos que no son resueltos por las instituciones. Por consecuencia, cada uno tiene que ser particularmente astuto. Pero esta actitud conspira contra el proyecto reglamentador que también pide la sociedad limeña. Esto forma parte de las contradicciones y las tensiones en esta sociedad.
Martuccelli visitó a la PUCP para participar en el encuentro “Del languidecimiento del pueblo al individualismo a la limeña” y en la ceremonia de apertura del ciclo académico 2016-2, ambos organizados por la Facultad de Ciencias Sociales
Deja un comentario