Durante una reciente visita a Chancay junto con el equipo rectoral de la PUCP, no solo recorrimos las instalaciones del megapuerto, sino que también tuvimos oportunidad de reunirnos con el alcalde del distrito y con organizaciones sociales. Esta experiencia nos dejó una impresión no solo clara, sino urgente: es necesario acercar los proyectos de desarrollo a la gobernanza local. La construcción del nuevo megapuerto en Chancay es un buen ejemplo de cómo estas grandes iniciativas pueden perder legitimidad si no se integran de manera responsable con las comunidades y sus autoridades.

Resulta preocupante que el alcalde de Chancay, Juan Álvarez, la máxima autoridad de la zona, informe que no ha sido invitado a las negociaciones de la empresa con el Ejecutivo. En su lucha por ser escuchado, el burgomaestre se ha visto obligado a movilizarse y protestar. Esta situación muestra que no se ha tenido en cuenta al gobierno municipal y, además, pone en cuestión la presencia de las voces locales en la tomas de decisiones.

La construcción del nuevo megapuerto en Chancay es un buen ejemplo de cómo estas grandes iniciativas pueden perder legitimidad si no se integran de manera responsable con las comunidades y sus autoridades".

La historia de nuestro país nos ha mostrado con múltiples ejemplos que el desarrollo, presentado como una solución a los problemas económicos, puede acabar destruyendo el tejido social y ambiental de las comunidades. Cuando hablamos de proyectos de esta magnitud, es vital que se contemple la salud, la educación y la seguridad alimentaria de la población. Por ello, las alianzas con las municipalidades deben ser prioritarias para legitimar estos proyectos y asegurar así que las necesidades de la población sean atendidas. Sin una supervisión adecuada, corremos el riesgo de que estos desarrollos se conviertan en monstruos que terminan devorando las dinámicas locales.

Desde la PUCP, tenemos la responsabilidad de contribuir a este proceso, fortaleciendo la gobernanza local y creando lazos con la comunidad. Es crucial que nuestros futuros profesionales no solo sean formados con conocimientos técnicos, sino que también entiendan la importancia de las dinámicas sociales. Debemos aprender de las experiencias pasadas, donde el desarrollo prometido ha terminado devastando comunidades enteras, como ha sucedido con la minería en nuestro país. La construcción del puerto en Chancay no puede ni debe repetir estos errores.

Cuando hablamos de proyectos de esta magnitud, es vital que se contemple la salud, la educación y la seguridad alimentaria de la población. Por ello, las alianzas con las municipalidades deben ser prioritarias para legitimar estos proyectos".

El riesgo es evidente. Si no se actúa con responsabilidad, el municipio se convertirá en una entidad inoperante, absorbida por los intereses empresariales. Este es un mensaje peligroso que lleva a la sensación de que las comunidades son prescindibles y de que sus voces no importan. Y en medio de esta situación, es fundamental recordar que la construcción de un nuevo puerto no tiene que implicar la pérdida de la historia, la cultura y el entorno.

No se trata solo de implementar proyectos, se trata de construir un territorio sostenible donde la población de Chancay se sienta escuchada y valorada".

Es importante, entonces, que abordemos temas como salud, educación y sostenibilidad ambiental de manera integrada. Nuestra Universidad, colaborando activamente con la municipalidad y las organizaciones civiles, puede desempeñar un papel clave en este proceso. No se trata solo de implementar proyectos, se trata de construir un territorio sostenible donde la población de Chancay se sienta escuchada y valorada.