“El crimen es una salida para quienes se sienten excluidos”
Narcotráfico, extorsiones y violencia familiar son, desafortunadamente, temas del día a día en el país. ¿Dónde está la raíz de la violencia y criminalidad? El Dr. Emilio Viano nos brinda algunas explicaciones al respecto, y analiza el caso peruano y latinoamericano desde su experiencia como presidente de la Sociedad Internacional de Criminología.
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Emilio C. Viano
Presidente de la Sociedad Internacional de Criminología
Texto:
Jonathan DiezFotografía:
Alex Fernandez
¿Cómo ve a América Latina en cuanto a violencia y criminalidad?
Tenemos tasas de criminalidad muy altas en países como Honduras, Venezuela, Brasil y Colombia. Más allá del crimen organizado, que tiene sus propios códigos, veo razones culturales muy profundas en los diferentes tipos de violencia en el continente. Veo un choque entre el sistema de caudillos del siglo pasado con los cambios culturales del mundo actual: empoderamiento de grupos minoritarios y excluidos histó- ricamente. Por ejemplo, antes, el hombre controlaba la familia y la economía, hoy, las mujeres cada vez se imponen frente a esta visión tradicional y se generan conflictos, pues los hombres se resisten a la independencia de la mujer. Entonces, esta especie de choque entre sistemas –tradicional y moderno– influye mucho en el germen de la violencia. Otro ejemplo es que, en Brasil, antes de las Olimpiadas se dieron protestas y muertes, porque vieron que el Estado invertía en estadios y campos cuando colapsaban escuelas, hospitales y carreteras. En parte, la violencia que vemos hoy es producto de la modernización que favorece a unos pocos y afecta negativamente a la mayoría.
El Perú tiene tasas altas de feminicidio. ¿Cómo enfrentar este problema?
La violencia contra la mujer tiene una razón cultural e histórica: el machismo. Y esto viene desde la conquista. Allí la idea de que es el hombre quien controla la economía, la política y la familia se ha mantenido por siglos en el imaginario de los ciudadanos. Siglos después, la modernización ha generado que las mujeres se empoderen, se independicen en todo el mundo. Entonces, hay una resistencia del sector masculino, pues no quieren dejar su supuesta influencia en el mundo. Y esto genera violencia.
En la región, el narcotráfico penetra la sociedad y la Policía tiene muchas dificultades para enfrentarlo. ¿Cómo luchar contra él?
Hoy la industrialización busca la mano de obra más barata y es casi imposible que los más pobres cambien su condición, especialmente cuando el Estado no cumple su rol de benefactor de servicios básicos. Entonces, la globalización hace que las grandes empresas se hagan más ricas y los pobres, más pobres. La gente percibe esto como una gran injusticia econó- mica y social y busca alternativas para salir de esa pobreza. El crimen es una salida para quienes se sienten excluidos y una de esas salidas es el narcotráfico, el crimen organizado, que además tiene lazos con el poder, y genera corrupción en la Policía y en la política. Así se genera la violencia (homicidios, secuestros, desapariciones), por el control de un mercado muy rentable.
¿Cuál es el papel del sistema del justicia en la prevención del crimen?
La ciudadanía, en general, siente que la justicia no sirve, que si le pasa algo, no hay quién intervenga y tampoco habrá algún procedimiento legal o sanción penal. Y la gente más pobre es la que sufre más, como los taxistas en el norte que pagan cupos a las bandas de criminales para que no los maten y los dejen trabajar. ¿Qué hace la gente entonces? Pues toma sus propias medidas para defenderse. Países como el Perú necesitan de un buen funcionamiento de los representantes del Estado en general: mejores policías, profesionalización de jueces y fiscales que estén comprometidos con su profesión. En sociedades donde el Estado no funciona, la gente siente que no tiene derechos, que no es parte de las decisiones políticas, y ahí está la semilla de la criminalidad.
En Estados Unidos, hay un gran debate sobre el control de armas y la violencia. ¿Podría explicar la discusión?
En Estados Unidos, la venta de armas es un comercio muy grande, lo que complejiza el problema. Hoy, la justificación más fuerte para no usar armas es que se vive más en ciudades y no en el campo. Es decir, se debilita el argumento de la caza de animales salvajes para la compra de armas. El caso del hombre armado que entró a un cine en Chicago enfrentó dos mentalidades: unos dicen que hay violencia por el uso de armas, pero también hay muchos que piensan que si la gente tuviera más armas, se hubiera podido aniquilar al que empezó el tiroteo. Ese es el debate, ¿Complicado, verdad?
¿PARA QUÉ NOS VISITÓ?
Evento: III Workshop “Victimología del Desarrollo, Evaluación del Riesgo de Violencia y Genderización de las Políticas de Seguridad Ciudadana y Justicia Criminal en el Perú”
Organizadores: Grupo de Investigación Drogas, Seguridad y Convivencia Ciudadana PUCP, Universidad de Lima, Sociedad Internacional de Criminología y Facultad de Derecho
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