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105 PUCP: Rossana Díaz Costa y su apuesta por hacer cine en el Perú

Desde el año 2015, la escritora y cineasta ha trabajado arduamente en la adaptación cinematográfica de Un mundo para Julius, la novela de Alfredo Bryce Echenique. Conoce más sobre la formación y retos de nuestra egresada y docente PUCP.

  • Texto:
    Fiorella Palmieri

En 1970, Alfredo Bryce Echenique publicó Un mundo para Julius, una mirada crítica a la alta sociedad limeña desde la perspectiva de un niño. Ese mismo año nació Rossana Díaz Costa, quien desde que leyó la novela en el verano de 1983 tuvo el sueño de ver en pantalla grande la obra literaria que marcó su juventud.

“Iba a cumplir 13 años y fue la primera novela compleja que leí. La trama me emocionó, me dolió y me explicó muchas cosas que no entendía de la sociedad peruana», dice Díaz Costa. En ese momento, ella era una chica de clase media, becada en un colegio de clase alta (San Silvestre) y tenía amigas que vivían en un mundo parecido al de Julius. «Tenían un estilo de vida muy distinto al de mi familia. Me sentía llena de preguntas, como Julius”, recuerda.

Esa primera lectura, así como la lectura de otros libros como Conversación en la Catedral o Cien años de soledad, la motivaron a leer mucho más y estudiar Literatura en la PUCP.

“Aunque todo el tiempo hablaba de cine, me gustaba mucho leer y escribir. En Estudios Generales Letras, llevé cursos tan maravillosos de filosofía, arqueología y quería matricularme en todo. La PUCP me dio una base de conocimientos y herramientas para pensar de manera crítica sobre la sociedad en la que crecí”, comenta Díaz, quien trató de aprovechar al máximo su etapa de estudiante. Además de ávida lectora, despertaba a las 5 a.m. para ver películas en VHS antes de clases y aprovechaba las madrugadas para ver las películas de Fellini, Visconti o Bertolucci que se transmitían en la televisión nacional.

En los últimos años de su carrera, participó como alumna libre en las clases de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Lima. Los profesores la dejaban entrar porque se tomaba los aprendizajes muy en serio y hacía los trabajos en grupo. Pronto se hizo conocida como “la chica de la Católica”.

La directora con los actores de Un Mundo Para Julius. Foto: Difusión.
Díaz Costa con el joven actor Augusto Linares y el escritor de la novela, Alfredo Bryce Echenique. Foto: Archivo PUCP/ Archivo personal.
Los jóvenes actores observan sus tomas en medio del rodaje. Foto: Difusión.
El elenco de Un Mundo para Julius en pleno. Foto: Difusión.
Parte del reparto el día del estreno de la película. Foto: Difusión.
La escritora y directora en la PUCP. Foto: Archivo PUCP.

Así, entre la literatura y el cine, Rossana se graduó con el impulso de aprender más. La oportunidad llegó con una beca para realizar un Doctorado en Estudios Literarios en España, donde residió por 12 años. En ese país, además, se formó en la Escuela de Imagen y Sonido de Vigo, y en la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM). En su primera clase de guion, le pidieron adaptar una novela. No lo pensó dos veces para decidirse por Un mundo para Julius.

“La PUCP me dio una base de conocimientos y herramientas para pensar de manera crítica sobre la sociedad en la que crecí”.

Las travesías de una realizadora

Aquel primer ejercicio fue la base para el proyecto que empezaría en el 2015. Ese año escribió su primera versión del guion para pedir los derechos de la novela de Bryce Echenique.  Para ese momento, el escritor ya había perdido la esperanza de verla en pantalla grande. En cinco décadas, varios cineastas solicitaron los derechos de la historia sin éxito.  

“Bryce estaba desanimado porque en los otros intentos ni siquiera se avanzó un guion. Para darme los derechos, la agencia literaria me pidió revisar un primer borrador del guion. Lo vieron y el apoyo fue inmediato. Bryce había visto mi primera película Viaje a Tombuctú y consideró que tenía la sensibilidad para retratar el mundo de Julius. Creyó en mí e intercedió para que bajaran el precio de los derechos de la novela. Ha colaborado con este proyecto de principio a fin”, comenta.

Con este respaldo, la cineasta buscó cómo financiar su película. Le tomó tres años reunir el dinero para el rodaje, que empezó en el 2019.  “Fui a bancos e instituciones grandes y no quisieron participar, a excepción de la PUCP. En muchos lugares me dijeron que solo apoyaban comedias porque son las que más público generan”, cuenta la cineasta. La etapa de posproducción, que se realizó durante la pandemia, trajo nuevos contratiempos, como la edición a través de videoconferencia. En este tiempo también fue cuestionada por su capacidad como directora de cine.

“A las mujeres nos ven cómo ‘jóvenes sin experiencia’, o cómo ‘chicas que no podemos dirigir’. Los otros cineastas han tenido cinco décadas para hacer la película si hubiesen querido hacerla. Se me ha cuestionado todo, pero he seguido con mi propósito”, dice. Su tenacidad la hace un referente para otras mujeres que quieren ser cineastas. “Me emociona cuando mujeres jóvenes me escriben que desde que han visto que hago películas, ellas también quieren ser directoras”, cuenta.

Mensaje universal

En noviembre del 2021, con buena acogida del público, se estrenó la película: durante siete semanas en cartelera convocó a más de 40 mil espectadores, cifra notable en ese momento de aforo limitado. Desde entonces, la cinta ha circulado en circuitos culturales de Lima, entre ellos el CCPUCP, también con salas llenas.

“La película lleva un mensaje universal. En los conversatorios, la gente, que viene de todas partes de Lima, comparte sus experiencias de manera muy sentida y catártica. Una vez se me acercó una señora que había sido empleada del hogar, que se sentía agradecida porque no había visto otras películas que mostraran la realidad de su trabajo tal como es”, refiere Díaz Costa, quien estos meses ha realizado varias giras por Estados Unidos y Europa.

“Una adaptación al cine es un terreno ganado para la literatura, es una manera de rescatarla del olvido para las nuevas generaciones, que leen menos y que se animan a leer por la película. Además, la trama toca temas que tienen que ver con la realidad peruana, y que nos llevan a reflexionar sobre la injusticia y la desigualdad que se vive en el Perú”, dice la cineasta.  

“Desde el principio, la PUCP apoyó mis proyectos con gran compromiso. Muchos estudiantes y egresados han participado en la producción de Un mundo para Julius y de Viajé a Tombuctú. Me siento muy orgullosa y agradecida y siempre llevo a la Universidad a donde voy”, dice la realizadora. Por ahora se tomará algunos años antes de volver a emprender en el cine, siempre con guiones de su autoría.

Ficha personal

Nombre: Carmen Rossana Díaz Costa

Estudios: doctora en Estudios Literarios (Universidad de La Coruña, España), y bachiller en Lingüística y Literatura (PUCP). Diplomada como guionista por la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM). Técnica superior en Realización de Audiovisuales y Espectáculos por la Escuela de Imagen y Sonido de La Coruña (España).

Trayectoria: como docente del Departamento de Humanidades de la PUCP, también dicta cursos en la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación, y en Estudios Generales Letras. Como escritora, su libro de cuentos Los Olvidados (no los de Buñuel, los míos) obtuvo el segundo lugar del Premio Nacional de Narrativa en 2005 (Perú). Su largometraje Viaje a Tombuctú se estrenó en 2014 y ha obtenido reconocimientos en festivales internacionales de Francia, Uruguay, Argentina, Colombia y Estados Unidos.

Desde el 2015 se ha dedicado a la realización de su segundo largometraje, Un mundo para Julius, montaje para el que asumió los roles de guionista, directora y productora ejecutiva. En 2021, se doctoró en Estudios Literarios (Universidad de La Coruña, España).

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