“Para los profesores de Ciencias Sociales y para la PUCP es un honor tener entre nosotros al más brillante sociólogo y político de América Latina”. De esta manera inició su discurso el Dr. Sinesio López, profesor principal del Departamento Académico de Ciencias Sociales. Tras realizar un recuento de la vida profesional y de los más importantes logros académicos del invitado, el Dr. López señaló: “Fernando Henrique Cardoso es un intelectual público, un hombre que se mueve con solvencia en los ambientes académicos y en los escenarios políticos. No es un intelectual puro ni un político puro: es una mezcla productiva de ambas cosas”.

Posteriormente, el Dr. Marcial Rubio Correa, rector de la PUCP, resaltó la variedad del público asistente en la ceremonia, una mixtura de intelectuales coetáneos, profesores de diversas generaciones y alumnos. “El aplauso que le han dado al entrar refleja que todos le tienen un gran respeto y consideración. Nosotros saludamos en Ud. al estadista internacional y al presidente de Brasil. Pero por sobre todo en esta medalla hay un pedacito de corazón que va al maestro universitario que nos alegra mucho incorporar en nuestra comunidad académica.”

Acto seguido, le impuso la medalla y le entregó la resolución del consejo universitario que acreditan su nombramiento como doctor honoris causa de la PUCP.

Intelectual y político

En su discurso el Dr. Cardoso recordó que su relación con el Perú es de larga data: “La primera vez que vine fue en el año 1965. Viajé de Arequipa a Puno en auto, caminé por los Andes, tratando de sentir a la sociedad peruana que, como ocurre en todos los países de la región, tiene un terrible problema de desigualdad, no solo económica o financiera, sino cultural. ¿Cómo revertimos esto y le damos un sentido de integración al país? He vuelto varias veces pero ahora siento que el Perú se está encaminando hacia algo que le va a dar seguridad para seguir adelante. Me alegra mucho venir al Perú en este momento y recibir este homenaje de esta universidad”.

“Yo empecé la universidad a los 17 años, en 1949. Y estudié Sociología casi por accidente. No sabía muy bien qué eran las ciencias políticas, antropología, economía. En realidad, nosotros lo que queríamos era ser socialistas, no sociólogos, cambiar las injusticias del mundo y crear una sociedad más homogénea”, recordó entre risas del público.

Al estudiar las relaciones entre negros y blancos del Brasil, Cardoso notó que su marco teórico, procedente de intelectuales europeos, no era completamente útil para describir a la sociedad brasileña: “No se puede trasladar el análisis de lo que pasó en Europa durante el desarrollo del sistema capitalista a América Latina. Ambos estuvieron involucrados en el mismo proceso, pero la historia de cada uno es distinta y tiene particularidades. Había que rehacer estos mecanismos”.

Además, contó cómo un seminario entre sociólogos para evaluar las ideas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) fue el punto de partida para Dependencia y desarrollo en América Latina”(1969), libro coescrito con Enzo Faletto y que desde su publicación fue considerado material de lectura obligatoria para comprender lo que estaba sucediendo en la región. “La idea de centro-perfireria no hablaba de poder, de Estado ni de clases sociales. No tenía vida, le faltaba explicar el contexto de esta relación (…) No escribimos ese libro con la pretensión de durar 40 años, sino para explicar a los demás que había que ampliar la visión y considerar que no había una sola forma de dependencia, sino múltiples formas”.

“Me siento muy halagado por esta distinción. He visitado mucho el Perú y agradezco la generosidad de los peruanos que me reciben con cariño. Nada es mejor como expresidente que ser homenajeado en una universidad, rodeado de docentes y de alumnos. Me siento muy a gusto con los jóvenes”.