Pautas en el camino a la innovación
Conversamos con Enrique Medellín, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, sobre la gestión de tecnología e innovación y vinculación universidad – empresa. Él visitó nuestra Universidad como ponente del evento Ruta a la innovación: Claves para convertir investigaciones en innovaciones, organizado por la Dirección de Gestión de la Investigación (DGI) y la Asociación Latino-Iberoamericana de Gestión Tecnológica y de la Innovación (Altec).
Texto:
Andrea Burga Villanueva
Nuestra vida cotidiana se ve impactada por nuevos productos de innovación que llegan al mercado como celulares, laptops y tablets. Sin embargo, para Enrique Medellín, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, desde la perspectiva empresarial, la innovación es la base de la competitividad. “La innovación genera ventajas que hacen que las empresas puedan competir en mejores términos a nivel nacional e internacional, y eso va a redundar en la creación de empleos de mayor valor agregado, en el incremento a la rentabilidad de los diversos sectores, etc. Además, ayuda a que las empresas sean más productivas en la medida en que se mejora la eficiencia y el rendimiento en las organizaciones”, sostiene.
Medellín fue el expositor internacional en el evento Ruta a la innovación: Claves para convertir investigaciones en innovaciones, organizado por la Dirección de Gestión de la Investigación (DGI) y la Asociación Latino-Iberoamericana de Gestión Tecnológica y de la Innovación (Altec), que se realizó el 5 de diciembre y que convocó a varios profesores de nuestro Departamento de Ciencias de la Gestión. Este tuvo como objetivo promover el diálogo sobre cómo los proyectos de investigación y desarrollo tecnológico impactan en el desenvolvimiento económico del país.
De acuerdo al especialista, para convertir proyectos de investigación en innovaciones es importante que el objetivo del proyecto esté encaminado a producir un nuevo producto o proceso desde el principio. Además, es necesario comprender que si la iniciativa busca tener un impacto social no se debe quedar en la obtención de resultados de laboratorio, sino en escalar la tecnología para que en algún momento pueda ser transferida a las industrias.
Una buena administración del proyecto, un acompañamiento de gestores de tecnología y la protección intelectual de los programas, son otros factores a tomar en cuenta por el experto para lograr el éxito de las iniciativas.
Interacción con la academia
Medellín advierte que, de acuerdo a su experiencia, es importante que los grupos de investigación cuenten con una cartera de proyectos generados y financiados por la demanda de las organizaciones. “Como las empresas conocen bien sus mercados, la probabilidad de éxito se incrementa. Eso no quiere decir que la institución no tenga programas que los investigadores consideren importantes de realizar, pero yo apelo a un equilibrio entre proyectos generados por las organizaciones y aquellos que se inicien desde la academia”, afirma.
El especialista destaca la relevancia que tienen los investigadores en este ámbito, ya que en el caso de su país, México, una gran cantidad de académicos participa en proyectos de investigación básica. “La mayoría publica en revistas arbitradas, lo cual está muy bien, pero sería muy bueno para la institución, para nuestros países, para los diversos sectores productivos y sociales que un mayor número se involucre en programas, iniciativas y proyectos de este tipo”, concluye.
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