¿Cómo evalúa el desempeño de la Escuela de Posgrado en el ranking Eduniversal Best Masters 2015-2016?

Este ranking se centra sobre todo en programas de posgrado en negocios. La Escuela de Posgrado tiene alrededor de 80 programas, de los cuales la mayor parte son programas científicos, pero eso influye también en la manera en que nosotros enseñamos a hacer negocios porque todo está engastado en un contexto de alto nivel académico. Esto hace que todos nuestros egresados estén fogueados en los desafíos de la responsabilidad social y ambiental, de la consolidación de la democracia y de los procesos globales. No es un efecto de medidas aisladas, sino de una riqueza de docentes e investigadores que no se improvisa.

¿Qué resultados destaca?

Aproximadamente la mitad de nuestros programas de máster destacados por el ranking provienen de la Escuela de Negocios Centrum, que tiene estándares de excelencia en el mundo. Pero también tenemos otros nacidos de las actividades de los departamentos en la Universidad, que han alcanzado gran importancia, como la Maestría en Derecho de la Empresa (segundo puesto en Perú, cuarto en Latinoamérica), que tiene gran relevancia como formación de posgrado en negocios; la Maestría en Biocomercio y Desarrollo Sostenible (segundo puesto en Perú, cuarto en Latinoamérica); o la Maestría en Comunicaciones (primer puesto en Perú, tercero en Latinoamérica). Lo interesante es que la agenda de los negocios en el mundo se está ampliando: las actividades económicas tienen que asumir más responsabilidades y papeles más complejos para cumplir sus objetivos. El comercio justo, los foros internacionales de normas de comercio, la justicia y la democracia no son elementos ajenos al desarrollo empresarial.

¿Qué esfuerzos implica mantener estos niveles de excelencia?

Implica mantener actualizado el personal docente y los planes de estudio, que se mejoran anualmente. Se crean especializaciones, como la nueva mención en Responsabilidad Social de la Maestría en Derecho de la Empresa. Nos esforzamos también en tener horarios flexibles para que las personas puedan participar en ellos y que puedan, al mismo tiempo, trabajar, pues el perfeccionamiento de un programa incluye garantizar la dedicación de sus estudiantes.

¿Cómo repercute esto en beneficio de los alumnos y egresados de la Escuela de Posgrado?

Primero, nuestros docentes son actores importantes en políticas y estrategias económicas, así que aquí estudian junto con las personas que dan el tono y contribuyen a trazar las mejoras de los sistemas productivos y comerciales en el Perú. Los programas, a través de sus alumnos y profesores, ganan becas, premios y acreditaciones internacionales; además de convenios de cotutela, coasesoría o doble titulación; e incorporan en sus planes de estudio componentes internacionales. Nuestros alumnos frecuentan y socializan con actores importantes en política económica y estrategia comercial. No realizan estudios ajenos al mundo de los negocios, sino todo lo contrario, son muy cercanos a él. Nuestra tasa de empleabilidad es, de lejos, la mejor en el Perú. Otro indicador principal es el nivel de remuneraciones al que acceden nuestros graduados, asimismo, tenemos un porcentaje alto que pasa directamente a puestos directivos.

¿Cómo se relacionan los resultados obtenidos en este ranking con el rol que tiene la PUCP como universidad en el Perú?

Es un reconocimiento justo porque la PUCP hace el gasto en construcción de criterios de justicia y lineamientos de gobernabilidad en muchas áreas. En nuestros programas de posgrado, se investiga siempre de forma contextualizada. Por ejemplo, en problemas de comercio justo, investigamos casos peruanos, lo que trae una maduración de la función pública, del comportamiento de los gremios empresariales e incluso de las expectativas de los trabajadores. No es extraño que incluso algunos docentes pasen a la función pública o a la política por temporadas –mantenemos una clarísima distinción entre los dos tipos de actividad-. La actividad determinante para nosotros es el estudio objetivo, libre y desprejuiciado de la realidad peruana e internacional.