Mientras trabajaban en la puesta en valor de un Sitio Arqueológico en Chancay, y veían el futuro del megapuerto que allí se construye, el arquitecto y docente de Arquitectura PUCP Mag. Alex Hudtwalcker y el historiador PUCP Mag. Ignacio Beteta reflexionaban sobre los orígenes de la navegación peruana. A ellos se les unió el egresado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo y profesor PUCP Mag. Sebastián Cillóniz y el Arq. Gianfranco Morales. ¿Los antiguos peruanos habrán logrado realizar viajes transoceánicos? se preguntaban los 4 amigos.

A mediados de junio, decidieron hacer una propuesta que busca visibilizar aquellas arquitecturas efímeras que hacen posible, entre otras cosas, la construcción de las embarcaciones en nuestro país desde tiempos precolombinos: los andamios. Así surgió el proyecto “Andamio Vivo”, el cual acaba de ser elegido, por un jurado especializado, como representante del Pabellón Peruano en la 19° Bienal de Arquitectura de Venecia 2025. De esta manera, el equipo conformado, en su mayoría, por jóvenes profesionales ganó el concurso convocado a nivel nacional por el Patronato Cultural del Perú (Pacupe).

El comisario del Pabellón Peruano de la Bienal de Arquitectura de Venecia y uno de los directores del Patronato Cultural del Perú (Pacupe), el Arq. José Orrego, destaca que el Perú cuenta, desde el 2014, con un pabellón propio en el Arsenal, una zona emblemática de la Bienal. “Estamos muy emocionados por llevar esta propuesta en nuestra séptima participación en la Bienal, con una reflexión pertinente a nuestros tiempos y enmarcada dentro del encargo curatorial de Carlo Ratti”, señala Orrego sobre Andamio Vivo/Living Scaffolding.

En 'Andamio vivo', esta estructura universal, el andamio, se funde con un material local como la totora para sostener ensamblajes colectivos humanos".

Propuesta que vincula lo ancestral y lo contemporáneo

Un andamio es una estructura temporal y efímera que sirve para sostener la construcción de algo más. En el caso de la cultura de los Uros, utilizan la totora como sistema de construcción para sus embarcaciones y de flotación para sus islas. En 1988, el explorador Kitín Muñoz replicó, con el mismo material, una gran embarcación. Zarpó del Callao y cruzó el Océano Pacífico con el propósito de demostrar que los antiguos peruanos tuvieron vínculos culturales con los pueblos de las Polinesias mucho antes de la llegada de los españoles.

La conexión de ambos eventos colectivos por medio del andamio que los precede es la base de la propuesta curatorial del equipo. “En ‘Andamio vivo’, esta estructura universal, el andamio, se funde con un material local como la totora para sostener ensamblajes colectivos humanos”, señala Hudtwalcker.

“La totora es un material natural y una tecnología local que vincula una sabiduría ancestral -de una cultura del lago Titicaca- con conocimientos contemporáneos. Es un material que sigue usándose en el Perú y que también se encuentra en todo el mundo en sus diferentes variedades”, señala Cillóniz. En ese sentido, subraya, la propuesta peruana se conecta con el tema general de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2025 que es Intelligens. Natural. Artificial. Colectivo.

La totora es un material natural y una tecnología local que vincula una sabiduría ancestral -de una cultura del lago Titicaca- con conocimientos contemporáneos".

Beteta resalta: “Es un proyecto que te permite entender cómo el ser humano ha evolucionado y afrontado retos, como la navegación, a través de la inteligencia colectiva”. Hudtwalcker, quien es el representante del equipo curatorial, añade: “Es también volver a conectarnos, en un mundo tan globalizado, con la identidad náutica, constructiva y colectiva de nuestros antepasados”. “Genera una postura y reflexión frente a un mundo que muchas veces devasta el medio ambiente en nombre de la evolución”, enfatiza Morales.

Es un proyecto que te permite entender cómo el ser humano ha evolucionado y ha afrontado retos, como la navegación, a través de la inteligencia colectiva".

Investigación multidisciplinar

El curador de esta edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia, Carlo Ratti, ha señalado que la arquitectura estará en el centro pero no sola. En el caso del equipo conformado por miembros de la comunidad PUCP, la multidisciplinariedad se evidencia con la participación de Beteta, historiador que, desde hace algunos años, trabaja con la comunidad Uros Titino en las Islas de los Uros, Puno. “Es una cultura olvidada pero viva”, señala. El proyecto también les dará visibilidad.

Desde mediados de agosto, el equipo ha investigado cómo viven los habitantes actuales en esta isla y viajó para hacer trabajo de campo. Así vieron cómo utilizan la totora y el trueque. Beteta señala: “Ha sido como volver a la vida de estudiante universitario en la PUCP, porque apliqué los conocimientos, y forma de investigar que adquirí en temas de cultura, historia y antropología”.

Conocimiento que repercutirá en las aulas PUCP

Todo lo que vienen aprendiendo en el desarrollo de la propuesta, y el feedback y experiencia que recibirán en la Bienal de Venecia lo transmitirán luego a sus alumnos. Hudtwalcker, quien actualmente dicta el curso electivo La Vivienda Radical, menciona: “La disciplina arquitectónica nunca ha sucedido al margen de los distintos fenómenos sociales, políticos, medioambientales o tecnológicos. Al igual que los casos de vivienda experimental del siglo XX que revisitamos en el curso, esta propuesta curatorial es gatillada por eventos y actores que suceden en torno a la disciplina, pero no necesariamente dentro de ella”.

Cillóniz, quien enseña Taller de Diseño 7 y Proyecto de Fin de Carrera, dice: “Me interesa empoderar a mis alumnos en su disciplina y hacerles entender que la arquitectura avanza con ideas desde su propia historia. Asimismo, este proyecto me ha hecho reflexionar sobre cuáles son nuestros andamios, las estructuras que sostienen nuestro quehacer arquitectónico”.

Orgullo PUCP en la Bienal de Arquitectura de Venecia

La 19 Bienal de Arquitectura de Venecia estará abierta al público desde el 10 de mayo del 2025. Hasta fines de año, el equipo seguirá afinando la propuesta, la documentación, el complemento audiovisual y cómo será el Pabellón. A mediados de abril, viajarán para supervisar la implementación del montaje.

Acerca de cómo se sienten de haber sido elegidos como los representantes peruanos, el equipo señala: “Es un enorme privilegio emprender este reto. Por un lado, siento una enorme alegría y orgullo, y, a la vez, responsabilidad y seriedad ante el encargo de representar a nuestro país”, dice Cillóniz.  “Es un gran sentido de responsabilidad y gratitud considerando también que, para la arquitectura, somos un grupo muy joven”, añade Morales.

“Siento entusiasmo por haber ganado y por todo lo que hay que hacer. Asimismo, la expectativa de que a partir de este logro vengan muchas cosas nuevas”, menciona Beteta. Sobre sus expectativas, Hudtwalcker resalta: “La bienal es un espacio que te permite reflexionar y discutir sobre temas que no necesariamente suceden en nuestra práctica diaria como arquitectos. Considero que como equipo tendremos una exposición importante a nivel internacional pues participan arquitectos de mucha relevancia en el debate contemporáneo”.

El montaje se define por una pieza central, a modo de un gran andamio, que ocupará gran parte del recinto, atrayendo al visitante e invitándolo a tener una experiencia sensorial por debajo y en torno a ella. Seguramente, motivará en los visitantes una reflexión y visión acerca del mundo y el quehacer arquitectónico.