Lamentamos la partida del papa emérito Benedicto XVI
El papa emérito falleció en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. En 1986, siendo ya cardenal, recibió el doctorado honoris causa por la PUCP. Nuestra Universidad se suma a las condolencias manifestadas por la comunidad católica en el mundo.
Fotos:
Vatican News, Archivo de la Universidad
Hoy, sábado 31, la Oficina de Prensa del Vaticano anunció el fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, lugar en el que vivía desde hace casi 10 años, cuando en febrero del 2013 renunció al ministerio por sentirse físicamente debilitado.
«Lamentamos la muerte del querido papa Benedicto XVI», ha manifestado el Gran Canciller de la PUCP, cardenal Pedro Barreto, quien lo visitó junto al papa Francisco y otros cardenales en el año 2018. «Esto ha sido como el apagarse una vela de una vida humilde, sabia, porque ha sido un gran teólogo, y de una entrega total al servicio de la Iglesia. Él luchó contra la corrupción dentro de la Iglesia y sufrió las consecuencias de este sufrimiento por buscar la verdad y propiciar la renovación de la Iglesia para que sea mucho más actual», describió en Canal N.
Bendicto XVI: un teólogo al servicio de la Iglesia
A lo largo de su vida, Benedicto XVI desarrolló una fecunda actividad como estudioso y profesor de teología en Alemania, fue un reconocido experto durante el Concilio Vaticano II -en el que impulsó el uso de un lenguaje «maternal» y la ruptura del «muro del latín» durante la liturgia- y se desempeñó como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, desde la cual mostró apertura a la Teología de la Liberación impulsada por el padre Gutiérrez. En 1986, el cardenal Joseph Ratzinger recibió el doctorado honoris causa por la PUCP, única universidad de América Latina que le otorgó este reconocimiento a su trayectoria.
En el 2005 sucedió al papa Juan Pablo II y se presentó ante los fieles como un «humilde trabajador en la viña del Señor». Su labor pontificia fue marcada por su carácter de escucha, sus múltiples viajes de carácter dialogante y la lucha contra la corrupción en la propia Iglesia.
«Como Iglesia latinoamericana agradecemos mucho la convocatoria de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, de la ciudad de Aparecida, en 2007», recuerda nuestro Gran Canciller, cardenal Pedro Barreto. «Tuve el privilegio de participar junto con otros 120 obispos de la región. Él nos alentó con mucha fuerza y lucidez para que la Iglesia en América Latina busque caminos nuevos de evangelización con la centralidad en Cristo. Dijo expresamente que esta fe tiene la opción preferencial por los más pobres, lo que marcó un inicio de la renovación de la Iglesia en América Latina y desembocó en la elección del primer papa latinoamericano, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy papa Francisco», resumió.
«Su renuncia al pontificado manifestó un coraje y una valentía muy grande. Fue el primer papa que renunció consciente y libremente. Tenemos que celebrar esta nueva vida que la muerte supone para todo creyente», finalizó el carfenal Barreto. Así, su recuerdo motiva a la Iglesia a continuar trabajando en la investigación teológica al servicio de la fe y de la comunidad católica.
Lee la columna de opinión del P. Juan Bytton SJ Joseph Ratzinger: Teólogo, Pontífice, Papa emérito
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