Generalmente se ha tomado en cuenta para diversos estudios el castellano que fue influenciado por el quechua y el aymara; sin embargo, en el castellano del norte del país también se pueden encontrar diferencias que son importantes resaltar a nivel léxico, sintáctico y de entonación. Ese es el punto de partida para la investigación que demuestra que el culle, lengua extinta de la región, al igual que el quechua y el aymara, le dio particularidades a las variedades del castellano que se habla ahora en dichas zonas del país.

“Hemos podido comprobar que el contacto lingüístico en esta región era más complejo. Junto con el idioma indígena de base y el castellano estuvo también presente el quechua en buena parte de las localidades estudiadas”, menciona el profesor Andrade.

El proyecto «El castellano andino norteño» tuvo como objetivo ofrecer una descripción general de las hablas castellanas de Otuzco (La Libertad), Cajabamba (Cajamarca) y Pallasca (Áncash), identificar patrones comunes entre ellas y comparar estos patrones con las descripciones disponibles del castellano andino, basadas sobre todo en hablas sureñas y surcentrales. El proyecto se desarrolló en tres fases, llevadas a cabo entre el 2009 y el 2011, y fue financiado por el Vicerrectorado de Investigación de la PUCP. En la primera fase se recogieron datos en Agallpampa (Otuzco); en la segunda, en Cajabamba y Lluchubamba (Cajabamba); y en la tercera, en Tauca y Cabana (Pallasca). Durante la última fase fue posible revisar archivos civiles y eclesiásticos, a fin de abordar la historia idiomática de la región.