Los recicladores son una comunidad bastante vulnerable dentro de la gestión de los desechos sólidos en la ciudad. Según cifras del Ministerio del Ambiente, actualmente en el Perú hay 180 mil recicladores y unas 500 mil personas dependen económicamente de esta actividad.

Lamentablemente, ellos tienen muchos problemas, como el acceso a mercados formales, no conocen cómo segregar adecuadamente y pueden llegar a sufrir  problemas respiratorios. La pandemia agravó su situación, ya que los residuos domiciliarios también transportan el virus.

En este contexto, nace ¡Recicla, chalaco!, iniciativa conformado por seis alumnos de distintas carreras de nuestra Universidad. Carlos Dávila, estudiante de Ingeniería Mecatrónica PUCP y uno de los integrantes del grupo, sugirió trabajar con la asociación de recicladores Atrimac del Callao, pues realizaban su labor cerca a su domicilio. Fue así que el grupo se contactó con Raúl Ochante, presidente de la asociación, y hablaron sobre sus necesidades para diseñar las sesiones.

“Hay mucho estigma de las personas hacia los recicladores porque no son visibles y no conocemos su dinámica de trabajo; eso nos lleva a que seamos poco atentos con su trabajo. Además, como ciudadanos, no nos hacemos cargo de la propia gestión de nuestros residuos, simplemente dejamos las bolsas afuera de nuestra casa”, señala Pascuala Vásquez, estudiante de Sociología PUCP y representante de Recicla, chalaco.

El proyecto resultó ganador del Fondo de Iniciativas Estudiantiles RSU en respuesta a la COVID-19, promovido por la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS).

Los recicladores son una parte fundamental de nuestra sociedad, porque ellos son los purificadores de nuestra ciudad, es decir, se encargan de recolectar los residuos que las personas dejan. Debemos velar por su integridad, seguridad y protegerlos, sobre todo, en estos momentos de pandemia».

Apoyé con los materiales de las capacitaciones dando ejemplos relacionados con la comunidad y hechos históricos en el Callao ya que yo vivo aquí. También ayudé con el kit de seguridad. Por ejemplo, las caretas fueron hechas con impresión 3D, los mamelucos tienen detalles mediante el sublimado y los reflectivos siguen todas las normas de protección personal».

¡Recicla, chalaco! me permitió conocer una realidad distinta y desconocida para mí. Soy más consciente del entorno que me rodea, fortalecí mis habilidades blandas y pude proyectar aprendizajes de mi carrera. Por otro lado, aumentó mi sensibilidad y empatía ante este complicado contexto».

Capacitaciones y entrega de kits

Durante seis semanas, ¡Recicla, chalaco! dictó capacitaciones asincrónicas a los recicladores de Atrimac, ya que muchos no tenían Internet o computadoras. El grupo les enviaba videos e infografías con información importante por medio de grupos de WhatsApp, y cada domingo los llamaban para hacer seguimiento a los aprendizajes y resolver sus dudas.

“Teníamos un grupo variado en cuanto a edades, desde 18 hasta 63 años. El contacto fue por un medio limitado, ya que generalmente las capacitaciones se hacen por videollamada. Nos tuvimos que adaptar rápidamente a nuevas modalidades de trabajo”, agrega Claudia Vivas, estudiante de Economía PUCP y colaboradora del programa.

Al acabar las sesiones, en el mes de agosto, el equipo les entregó a los recicladores unos kits de protección personal que contenían un mameluco de material resistente, un par de guantes, una careta y una mascarilla para realizar su trabajo de reciclaje de forma más segura.

Integrantes de la iniciativa ¡Recicla, chalaco!

• Pascuala Vásquez (Sociología)
• Claudia Vivas (Economía)
• Alexander Menacho (Ingeniería Mecatrónica)
• Carlos Dávila (Ingeniería Mecatrónica)
• Clarissa Palomino (Diseño Industrial)
• Estefani Cristóbal (Diseño Gráfico)
• Docente asesora Mag. Lucía López (Departamento Académico de Comunicaciones)

Si quieres colaborar o te interesa el tema, puedes comunicarte con ellos a través de su página de Facebook Recicla chalaco.