Muchos analistas sostienen que se está viviendo un clima bélico en Latinoamérica, ¿cómo se origina esta situación?

Para entender lo que sucede es necesario observar el mapa político de nuestro continente. Hace unos cuatro o cinco años, vimos la consolidación de un gran sector de izquierda en los países de la región, básicamente en Sudamérica. Esta se divide en una izquierda mucho más moderada, conformada por Lula y Bachelet, y una izquierda un poco más dura y radical, con Evo Morales y Hugo Chávez a la cabeza y también con Correa y Ortega. De otro lado, existen dos países claramente aliados con Estados Unidos: Colombia y Perú. Las tendencias ideológicas de estos gobiernos influyen en su política exterior y son claves para entender los enfrentamientos.

El reciente ciclo de tensión en Latinoamérica se ha agudizado con el tema las bases militares norteamericanas en Colombia…

La situación actual colombiana con sus dos vecinos y principales socios económicos (Ecuador y Venezuela) es muy difícil. El hecho de que el presidente Uribe se haya visto obligado a hacer una gira en la región para explicar qué significa esto de las bases, es muy significativo. Al tema de las bases se le suma, además, el vínculo que genera el que EE.UU. desde hace muchos años apoye a Colombia en la lucha contra el narcoterrorismo. Por supuesto, esta alianza es vista con recelo por los países vecinos que, además, promueven un modelo distinto del defendido por EE.UU.

Se podría pensar que Colombia se está convirtiendo en una plataforma para el asentamiento y expansión militar de los EE.UU.? Creo que ese es el temor de muchos países…

Seamos sinceros. Desde la segunda década del siglo XX, Colombia tiene una alianza con Estados Unidos. Cuando perdieron Panamá se dieron cuenta que no la iban a recuperar y que la única relación que podían establecer con esta potencia era aliarse. Entonces, esto de las bases no es ninguna novedad, solo es una etapa más de un largo proceso.

¿Es este escenario es positivo para América Latina?

No me causa sorpresa que Estados Unidos haya elegido a Colombia como nueva sede luego de perder Manta en Ecuador. Tampoco me causa sorpresa que Colombia haya aceptado, teniendo en cuentala alianza histórica de la que hemos estado hablando. Pero en el contexto regional; donde vemos muchos líderes de izquierda, y donde buscamos procesos mucho más agudos de integración desde hace diez años; la decisión Colombiana de negociar las bases no es positiva.

No obstante, la pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Qué otra posibilidad tenía Colombia? ¿Acaso tenía alguna opción soberana de decirle no a Estados Unidos? Creo que Colombia no tenía alternativa, ya que su lucha contra el narcoterrorismo necesita del apoyo norteamericano. En este contexto, es muy difícil decirles que no. Colombia está entre la espada y la pared, y ha tomado una decisión que afecta definitivamente sus relaciones en la región.

¿Se puede hablar de un clima bélico en la región?

Es muy complicado pensar en una guerra en Latinoamérica. Primero, porque hace décadas que somos una región exenta de guerras, sobre todo en los últimos diez años. Segundo, los graves problemas de pobreza y la situación social no permiten creer en enfrentamientos de larga base, ya nuestras economías son muy débiles para permitirlo. Por último, tampoco me imagino un escenario en el que otras potencias de fuera de la región estén interesadas en promover un conflicto.

Pero Chávez, que es el presidente con el discurso más radical (y uno de los que dispone de más recursos) podría mover un poco las aguas…

No creo que un presidente como Chávez logre conseguir un gran apoyo para una guerra. Gran parte de la población no va a estar a favor, además su economía ya no es tan sólida, ya que se sostiene por el petróleo. Gastar en material militar para un enfrentamiento bélico significaría restar recursos para otros sectores y dejar parte de la población desprotegida. No creo que esto vaya más allá de la retórica de Chávez, no veo condiciones para el desencadenamiento de una guerra.

¿Qué nos puede preocupar sobre la tensión entre gobiernos latinoamericanos?

Lo que más preocupa es que somos un continente que quiere comprometerse con la integración y la cooperación, intensificar el comercio, y que para alcanzar estos objetivos no es conveniente un clima bélicista, de enfrentamientos. Es preocupante que haya bases en Colombia, que Chile siga manteniendo un alto índice de armamentismo destinando gran parte de su canon de cobre a las fuerzas armadas, que Brasil continúe armándose, que Venezuela siga negociando acuerdos de cooperación militar con Rusia, etc. Todo esto preocupa en una región que quiere unirse, sobre todo en una región que, si bien no ha tenido grandes guerras, tiene desconfianza histórica.

Entrevista: María Paz de la Cruz
Foto: Yanina Patricio