"Si las ciudades fueran sitios felices no habría nada que decir acerca de ellas"
Autor de importantes libros sobre fenomenología y cultura Norteamericana, Bruce Bégout, presentó la ponencia Los dos cuerpos del yo el sábado 3 de octubre en el Auditorio de Humanidades. Conversamos con él acerca de este tema y la forma de aproximarse a ellos a través del análisis de ciudades como Las Vegas y de los Moteles.
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Bruce Bégout
Tanto en Zerópolis como en Lugar común analiza la cultura norteamericana. ¿Por qué?
Son muchas las razones. Para comenzar, es una cultura que me resulta muy conocida. Sin embargo, la razón principal es que Norteamérica me parece un lugar interesante para analizar. A diferencia de las ciudades europeas, el día a día en los Estados Unidos es más vertiginoso. Desde joven he venido continuamente a los Estados Unidos y siempre me pareció que Los Ángeles era para el siglo XX es lo que París fue para el siglo XIX.
¿Por qué no analizar la cultura francesa?
Es cierto, también conozco la cultura francesa pero creo que las ciudades europeas han muerto. Es decir, son una suerte de museo donde la gente actúa como zombie.
¿Cuál es la ciudad que más le ha impactado?
Escribo sobre las ciudades, pero no me gustan como lugar para vivir.
¿Dónde le gustaría vivir?
En una casa alejada del campo. Escribo sobre la ciudad porque no me gusta, si las ciudades fueran sitios felices no hubiera nada que decir acerca de ellas. Pero, si tuviera que escoger una ciudad, diría Nueva York porque es una ciudad extraña en muchos sentidos que, además, guarda una estrecha relación con el cine. Era muy joven cuando fui, pero recuerdo que me sorprendió la neblina.
¿Por qué dedicarle un libro al «motel americano»? ¿Qué tiene de especial este lugar común que muchas veces es solo un lugar de paso?
Mi primera intención fue hacer un libro sobre la ciudad de Los Ángeles. Dentro de ese libro había dos capítulos independientes. Uno sobre Las Vegas y otro sobre el Motel Americano. Estos son las bases de Zerópolis y Lugar común.
Lo que quise demostrar con Lugar común es que un terreno en blanco; como el cuarto de un motel perdido en el medio del desierto, sin atmósfera ni arte; puede tener un sentido más profundo si lo buscas. Tanto los directores de cine como muchos escritores se han adueñado de este lugar y le han dado un sentido metafísico y profundo. Por ejemplo, Psicosis de Alfred Hitchcock o No country for old man de los hermanos Cohen. Mi idea era mostrar la transformación de un lugar sin significación como el motel o la estación de gasolina en algo con más de un sentido.
¿Y en Zerópolis?
Tanto Las Vegas como el motel son la excusa para hablar sobre todo y nada a la vez. Las Vegas (llena de luces y de bulla) y el motel americano son dos lados de la misma moneda, como las dos caras de un díptico.
¿Cómo influyó el cine y la literatura en tu obra literaria?
Me considero un cocinero: uso muchos ingredientes y los mezclo. Cuando comencé el libro no tenía una idea clara de hacia donde iba, tenía ciertas intuiciones que iba tomando de mis impresiones, mis lecturas y de lo que veía.
¿Cómo se relaciona tu trabajo sobre fenomenología con tu obra literaria?
En Francia, la fenomenología se relaciona con los temas metafísicos y la teología. Mi idea era seguir otra ruta y hacer una fenomenología crítica profana, así que en lugar de estudiar a dios y metafísica, decidí por trabajar la ciudad y los moteles. Yo hago lo que llamarían fenomenología de la superficie. Como diría Nietzsche «lo más profundo es la piel».
Entrevista: Verónica Uribe
Foto: Rodolfo Herrera
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