¿Por qué otro trabajo sobre La Cantuta?

Varios libros han aportado al tema. Pero, dictada la sentencia a Alberto Fujimori, las encuestas arrojaron resultados preocupantes. En una primera, de CPI, el 59% estaba en desacuerdo. En otra, de Apoyo, cuando se ratificó la sentencia, el 40% estaba en desacuerdo. Un porcentaje significativo no entendía el tema. Y en La Cantuta el tema es el respeto a la vida. Representa a los casos de violación de derechos humanos en los años de violencia. Otros no mantuvieron la judicialización. En La Cantuta, se sentó en el banquillo a los responsables y se condenó al principal de estos, el ex presidente.

¿Qué revela esa incomprensión?

No entender la justeza de esa sentencia significa no entender el respeto que merece el derecho a la vida. También pasa con algunas autoridades. Refleja el sentir de ciertos núcleos sociales: que hay sectores de la población que pueden morir y no importa.

¿Cómo revertir esto?
Estos hechos nos llevan a plantear productos para que la gente entienda qué es el caso La Cantuta. Pensamos en un documental, un libro y el trabajo académico. Así nació este proyecto. Ganamos el concurso de becas –para los maestros de la Católica– para traducir en un informe académico una recreación de la investigación de La Cantuta.

¿Quiénes participaron en la investigación?

Diversos sectores en cadena sostuvieron esa lucha. En una primera etapa, los familiares de las víctimas. Y, desde un principio, las organizaciones de la sociedad civil, las ONG de derechos humanos. Después, núcleos de las Fuerzas Armadas que no estaban de acuerdo con esa política de guerra sucia. «León Dormido» y «COMACA» eran sus seudónimos. Un informe de este sector generó una comisión parlamentaria, presidida por un congresista de oposición, Roger Cáceres. Hubo, además, oficiales de la más alta graduación como el general Rodolfo Robles, que en mayo de 1993 denunció la existencia de un escuadrón de la muerte autor de Barrios Altos y La Cantuta. Luego le tocó al periodismo independiente. En los semanarios Caretas, Oiga, Sí, el diario La República, algunos programas de televisión, como los de César Hildebrandt. Uno de estos medios, la revista Sí, logró el hallazgo de las fosas donde estuvieron los restos humanos del profesor y los nueve estudiantes de La Cantuta.

¿Qué traerá su nuevo proyecto?

Pone el acento en el trabajo de la revista Sí. Una hipótesis que confirma es que hay situaciones de ilegalidad que no pudieron resolver poderes como el Ministerio Público, el Poder Judicial, la Policía, porque el gobierno autoritario había pasado a controlarlos. En estas situaciones se demuestra que los medios, cuando son independientes y trabajan con rigurosidad, pueden desentrañar casos como estos. Pero no basta la posición independiente. El proyecto reconstruye la historia con cosas que no se conocían. Se rescatará el papel del reciclador, que en julio de 1993, en la madrugada, vio en la bajada a Cieneguilla a encapuchados que enterraron algo. Esperó que amaneciera y descubrió huesos quemados. Cuando la comisión investigadora del Congreso iba a terminar su trabajo, sacó una muestra de los huesos, elaboró un plano y los llevó al presidente de la comisión, Roger Cáceres. Él nos busca en la revista Sí y nos entrega ese material.

¿Y qué hace la revista Sí?

Es puesta a prueba. Hay toda una experiencia que se va a rescatar. La revista decidió trabajar esas supuestas pruebas, se asesoró con penalistas, arqueólogos, médicos legistas, organismos de derechos humanos. Luego, realizó una intervención en las fosas de Cieneguilla. Al descubrir los restos, llamamos a la prensa y a las autoridades. Era algo inédito. Pero no fue fácil. Hasta trataron de vincularnos con Sendero.

¿Cuándo tendremos su nuevo trabajo?

El informe académico será entregado en noviembre. El documental, que dirige una ex alumna y jefe de práctica de la Católica, Amanda Gonzales, está planteado para inicios del 2011. Este proyecto ha ganado un concurso de CONACINE y será producido por TV Cultura. El documental se titula La Cantuta en la Boca del Diablo.

Entrevista: Daniel Pereda