En ella los jefes de estado y de gobierno de los países árabes y de América del Sur se reunirán para concertar posiciones en eventos internacionales sobre todo en temas de comercio y de derecho internacional, buscar nuevas posibilidades de cooperación económica, tanto comerciales como de integración y renovar los lazos culturales que unen a nuestras naciones que, a pesar de ser fuertes, son poco conocidos.

¿Qué antecedentes de eventos como el ASPA existen?

Si bien la relación con el mundo árabe es de larga data, el tipo de evento que se realizará en Lima en el mes de febrero es un fenómeno reciente. Se trata de una iniciativa de Brasil para realizar cumbre entre jefes de estado y de gobierno del mundo árabe y de Sudamérica. Esta es la tercera cumbre que se realiza. La primera cumbre se realizó en Manaos, el papel de Brasil es de liderazgo.

Brasil busca ser un líder de los países del sur, o sea de los países en desarrollo, y este es uno de los foros en los que la diplomacia brasilera busca establecer su posición de liderazgo. La segunda cumbre fue en Doha, Qatar.

¿Cuál es la posible agenda del ASPA?

En estos foros, lo que tenemos claro, es que al menos la democracia no es un tema de la agenda. Si bien en América del sur, todos los gobiernos son elegidos democráticamente, -con los bemoles ya conocidos, por supuesto-  en el medio oriente, salvo por lo que pueda pasar en Túnez y algunos avances en el Líbano, no hay democracias. Los que sí son temas de agenda es que por un lado los países árabes y los sudamericanos quieren ser protagonistas autónomos en la escena internacional un poco en la concepción de poner coto a los intentos de algunas potencias de actuar unilateralmente, al margen del derecho internacional. Además está la posibilidad de cooperación económica y aunque en el Perú el comercio con países árabes está creciendo, aún es muy pequeño. Sin embargo, por ejemplo ya hay inversiones de dos grandes empresas árabes en el puerto del Callao y en Camisea.

Si bien en los últimos años el intercambio comercial entre el Perú y los países árabes se ha ido incrementando, aún es muy pequeño. Nuestros principales mercados son China, Estados Unidos, la Unión Europea y los países vecinos. Solo después de estos cuatro grupos vienen países árabes. El mundo árabe es un gran importador de alimentos, por lo que países como Brasil y Argentina son quienes mantienen una relación muy fluida con ellos.

El Perú está contemplando la posibilidad de negociar Tratados de Libre Comercio con Países del mundo árabe. Pienso que también es importante que exista un intercambio cultural entre las dos regiones. A pesar de lo que se podría pensar en varias universidades en el medio oriente existen departamentos de estudios latinoamericanos por el contrario en el Perú casi no hay centros de estudios del medio oriente, salvo algunos esfuerzos del Centro de Estudios Orientales de la PUCP. Pero este tipo de nexos culturales podrían ampliarse como los que viene realizando con China el Instituto Confucio.

Nosotros no les compramos energía pues la importamos de Ecuador o México, incluso hoy podemos autoabastecernos con lo que hay en Camisea. Entonces, antes que vendernos energía más bien se trata de que grandes empresas estatales árabes con una amplia experiencia en el manejo energético puedan venir al Perú y participar de licitaciones, como en el caso de la empresa argelina Sonatrach que participa de la explotación del Gas de Camisea.

¿El reconocimiento de Palestina como Estado soberano e independiente tiene algo que ver con la proximidad de esta Cumbre?

Me parece que no. La declaración de independencia de Palestina es de 1988 cuando Israel no negociaba con los palestinos. Con el tiempo, después de varios años de negociaciones infructuosas, los palestinos se han propuesto lanzar a la palestra esta iniciativa de buscar un reconocimiento internacional. En la nota de la diplomacia peruana sobre este tema se indica que desde 1947 el Estado peruano ha sido partidario de la creación de un Estado Árabe Palestino que conviva con Israel, por lo que es una posición de larga data. Ahora, si además ha habido o no una relación de esta comunicación con la cumbre de febrero pues no hay nada que nos pueda hacer pensar eso, aunque no descartaría esa posibilidad. Pero queda claro que no se está haciendo nada que no se haya decidido con mucha antelación.

¿Qué otros países han hecho un reconocimiento como este?

Todos los países sudamericanos, con excepción de Colombia, han hecho, o están a punto de hacer, lo mismo. No es un hecho aislado el de Perú, países de Centro América como Nicaragua o Costa Rica lo han hecho también.

¿Cuál es la importancia de cumbres como la del ASPA?

No considero que estas cumbres sean de importancia central en la agenda exterior del estado peruano pero tampoco son intrascendentes, pues recordemos que en paralelo a las cumbres se realizan reuniones bilaterales, de gobierno a gobierno que son más importantes que las mismas cumbres. Es una más de las áreas de proyección y no la principal. Ahora, políticamente los gobernantes que vienen a la cumbre no son muy representativos de su sociedad ya que ninguno de ellos en realidad fue elegido por voto popular. Salvo el primer ministro de Marruecos o en el Líbano donde hay voto popular aunque en el Parlamento hay cuotas confesionales según las religiones. Virtualmente ninguno de ellos es muy representativo.

¿Esta falta de legitimidad podría debilitar los acuerdos a los que se lleguen teniendo en cuenta lo que sucede en Túnez o Egipto?

En principio esta falta de legitimidad no debería afectar los acuerdos a los que lleguen, pues ellos siguen siendo los que toman las decisiones, pero si eventualmente las protestas continúan y cae otro gobierno del mundo árabe, ahí habría cambios. Sin embargo, para mí un mundo árabe más democrático sería probablemente más abierto al resto del mundo.