¿Qué trayectoria ha seguido la Diplomatura?

Este año se cumplen 20 años desde que empezamos a promover la creación de un grupo de investigación sobre género dentro de la Universidad. Fuimos un grupo de gente de Ciencias Sociales y de Humanidades. En aquella época alguien podría haber dicho: «¿Género? ¿Qué cosa es eso?». Ahora a nadie se le ocurriría decir eso.

¿En qué circunstancias nació el programa?

Estábamos en medio de la guerra interna. La crisis económica era tan terrible que los comedores populares se convirtieron en el sostén y el refugio de la población de bajos recursos, lo cual hizo visible el trabajo de las mujeres organizadas, que fue capaz de solucionar los problemas colectivos; sin hablar del rol que tuvieron en el combate contra la violencia. Eso puso el tema de la mujer como algo importante en nuestra cotidianidad. Desde que las feministas reclaman igualdad de derechos para hombres y mujeres, se ha dado una discusión de que si somos iguales o si queremos tener las mismas oportunidades, lo cual crea una nueva manera de enfrentar el problema: cómo es que social y culturalmente se va determinando a los hombre y mujeres. A partir de esto, los roles asignados a cada uno pueden variar. Todo esto se dio no solo como parte de la política de las necesidades locales, sino desde el movimiento internacional y nuestras particularidades.

Entonces decíamos: «qué cosa es eso de género? Hoy día decimos: «¿Tu proyecto no tiene género? ¿Dónde está? ¿Y la cuota de participación de las mujeres en los partidos políticos?». Es cotidiano. Es otro mundo. Y la Diplomatura en Estudios de Género ha participado en la creación de gente pensante, con formación para buscar una sociedad más equitativa.

La preparación siempre es importante.

La Diplomatura ha logrado mucho en nuestra Universidad. Se ha logrado que tenga un sitio, que pasara de la Facultad de Ciencias Sociales a la Escuela de Posgrado. Hay publicaciones que han nacido en el programa a partir de los trabajos presentados. Muchas personas que se han formado aquí son ahora profesores de la Universidad, en otros centros de educación superior o tienen cargos públicos. De alguna manera, también tenemos presencia en los organismos de desarrollo internacional, pues en ellos hay gente capacitada en nuestro Diploma.

¿Cuál cree que es el futuro de los estudios de género y el de la Diplomatura?

El tema está instalado porque, en general, todos reconocemos que nos interesa apoyarlo. Sabemos, por ejemplo, que cuando hablamos de analfabetismo y pobreza aún las mujeres son las más afectadas, que hay mucho que hacer; y para eso se necesita preparación.

Hay mucha necesidad de gente con formación en todos los niveles de la sociedad civil y el Estado, así como en investigación académica. Particularmente, para el próximo año esperamos que pueda verse materializada la maestría, pues contamos con profesores bien capacitados para dictarla desde hace mucho tiempo.

Más información sobre la Diplomatura de Estudios de Género en la página web de la Escuela de Posgrado.