Por otra parte, puedes tener gastos que los utilizas para calcular márgenes o resultados parciales y que te dan información para la toma de decisiones; estos gastos también se pueden transformar en costos. Por ejemplo, al momento de valorar la mesa no puedes incluir gastos financieros ni comerciales como parte de los costos; sin embargo, si los utilizas para saber la rentabilidad de los clientes o de una zona geográfica, como te está dando una utilidad para la toma de decisiones, también se pueden llamar costo.

Segundo, hay que considerar si la producción es continua (cuando el cliente no puede influenciar en el productor, como en una fábrica de automóviles, que tiene modelos establecidos) o discontinua (cuando sí puede hacerlo; por ejemplo, en un taller de artes gráficas, donde se elaboran tarjetas, libros, invitaciones, según lo solicitado). Si tienes una empresa de producción continua utilizarás un sistema de acumulación de costos al proceso y si es de producción discontinua, emplearás un sistema de acumulación de costos a cada orden de trabajo diferente.

Tercero, si quieres una estructura orgánica o inorgánica en la empresa. O llevas cada costo al departamento correspondiente (y como cada uno hace cosas diferentes, recibe el recurso que necesita) o todos los costos los llevas al conjunto de la empresa, donde te da igual lo que hagas porque todo lo estás midiendo por el mismo patrón (lo cual sería desaconsejable en empresas pequeñas).

Cuarto, la cantidad de costos que quieres incorporar. Hay una doctrina que dice que solo incorporo como costos de la producción aquellos costos que varían; los invariables, como no tienen nada que ver con lo que yo produzco, ese costo se transforma en un gasto y va a la cuenta de resultados. Hay otra rama que considera los costos fijos y los variables, y a la hora de valorar el producto, le pone una parte de ambos.

¿Por qué resulta importante elaborar este sistema de costos? ¿Qué beneficios trae a la empresa calcular de manera efectiva estas cosas?
Por la competitividad. Si una empresa fabricara un solo producto o realizara un solo servicio, no habría problema. Lo que ocurre es que en el mundo empresarial esto es muy raro, las empresas son multiservicios o multiproductos. Debes tener calculado perfectamente el costo de cada producto que comercializas, porque hoy en día la competencia es tan feroz que un céntimo de más o de menos, fruto de un error, puede generarte pérdidas importantes. Se me hace inconcebible que una empresa pequeña quiera competir sin tener un sistema de control de gestión; puede vivir en el mercado mientras no tenga muchas aspiraciones, pero el día que intente ampliarse o tiene un buen estudio de costos de todos sus productos o está condenada al fracaso.

Ud. es uno de los organizadores del VIII Congreso Iberoamericano de Administración Empresarial y Contabilidad y VI Congreso Iberoamericano de Contabilidad de Gestión que se realizarán en la PUCP en julio próximo. ¿Qué expectativas tiene?
Es un congreso muy centrado en temas de finanzas y control de gestión. Nunca hemos querido que sea masificado porque lo que queremos es compartir, que exista un foro en el cual los diferentes ponentes intercambiemos experiencias, salgan nuevos proyectos y permiten afianzar amistades. Lo que me llama la atención es que, a estas alturas, la presencia peruana no es muy fuerte. Yo sé que da miedo escribir sobre temas de economía o empresa, por eso alentaría a los profesionales y docentes universitarios peruanos que cuenten sus experiencias. Tampoco se exige que escriban 100 páginas, con 10 o 15 son suficientes. Aún queda todo mayo y todo junio, por lo cual espero que en las últimas semanas haya muchos ponentes peruanos y lleguemos a las 100 o 150.