El 12 de febrero dejó de existir don Alberto Benavides de la Quintana. La mayoría de medios de prensa locales han publicado esta triste noticia y han recordado diversos pasajes de su vida donde se resalta principalmente su trayectoria como empresario minero “logrando consolidar su empresa como una de las mineras más importantes del país“, siendo “considerado el empresario minero más importante de la historia del país“. En estas líneas deseo más bien mencionar por lo menos una parte de su también importante trayectoria al servicio de las instituciones científicas y académicas, en particular de la PUCP.

Don Alberto inició sus estudios universitarios en la Antigua Escuela de Ingenieros, actualmente Universidad Nacional de Ingeniería y completó su formación como geólogo en la Universidad de Harvard, en donde gracias a sus buenos resultados fue invitado a realizar una maestría en geología, la cual culminó con gran éxito. Su cariño a su alma mater y su convencimiento de lo importante de brindar las mejores condiciones a los estudiantes de nuestro país lo hizo fundador y presidente del Patronato de la UNI.

En el año 1970 aceptó la invitación del entonces rector de la PUCP, RP Felipe McGregor e impulsó la creación de nuestra Sección Ingeniería de Minas, de la cual fue su primer coordinador y con la que se mantuvo muy ligado desde esa fecha. La etapa en que nuestra sección estuvo bajo su dirección era recordada por él como “los siete mejores años de mi vida, alentando a los jóvenes a interesarse por la minería».

Muchas fueron las ocasiones en que mis predecesores y mi persona acudimos a don Alberto buscando apoyo y consejo para el buen desarrollo de nuestra unidad. Recuerdo en particular su gran interés en la creación de la especialidad de Ingeniería Geológica. A nuestro llamado acudió a la PUCP a conversar con el grupo rectoral acerca de la necesidad de ofrecer una educación sólida en geología en nuestra casa de estudios, manteniéndose luego muy al tanto de los pasos que se dieron hasta lograr la creación a finales del 2012, así como de los avances en la organización a lo largo del 2013. Queda en mi memoria de manera muy especial la reunión que tuve con don Alberto a mediados del 2013 en compañía de nuestro profesor Carlos Soldi, así como también su mensaje de regocijo al enterarse que ya teníamos los primeros alumnos matriculados en la nueva especialidad.

Otra institución científica por la cual él tenía mucho cariño es la Sociedad Geológica del Perú, de la cual fue presidente en dos períodos (1961-1963 y 1974-1975) y contínuo benefactor. Don Alberto fue merecedor de distintas condecoraciones: Orden del Sol en el Grado de Gran Cruz del Gobierno Peruano, Medalla de Honor del Congreso de la República del Perú en el grado de Gran Oficial, Orden de Ingeniería del CIP, Doctor Honoris Causa de varias universidades peruanas, entre otras. La PUCP lo nombró Profesor Honorario en 1997.

Una de las mayores condecoraciones que un geólogo minero puede recibir en el mundo es la “Penrose Gold Medal“ de la “Society of Economic Geologists“, Don Alberto la recibió el año 2000 y es hasta la fecha el único geólogo latinoamericano que ha recibido este reconocimiento.

Recordamos a Don Alberto con enorme afecto y por sobre todo con gran agradecimiento.