La violencia contra las mujeres es un problema de salud pública que atraviesa la sociedad peruana y permea el conjunto de las relaciones sociales. Ella afecta nuestra integridad física y mental, y constituye una negación extrema de nuestros derechos a la libertad, la dignidad y la vida.

La violencia afecta también nuestra capacidad de realizar distintas actividades, limita así nuestro desarrollo personal y desempeño laboral. Además, restringe el ejercicio de nuestra ciudadanía. Por ello, la violencia nos afecta a todos como sociedad.

Las cifras evidencian la magnitud del problema así como la ineficacia de las respuestas desarrolladas. El Perú ocupa el primer lugar entre los países de Latinoamérica con más denuncias por violencia sexual. Es también el tercer país en el mundo con mayor prevalencia de mujeres de entre 15 y 49 años que sufren de violencia sexual por parte de su pareja (OPS, 2013). Se trata pues de un problema generalizado, complejo y sumamente urgente de ser pensado y enfrentado, pues afecta fuertemente nuestra condición de ciudadanas y ciudadanos, así como la confianza y la posibilidad de construir comunidad. Por ello, la DARS ha asumido un compromiso integral con la eliminación de la violencia de género. Para nosotros, hacer frente a este problema supone afirmar los valores institucionales de justicia, solidaridad y búsqueda del bien común.

En alianza con el Programa Regional ComVoMujer de la Cooperación Alemana al Desarrollo – GIZ, estamos organizando el taller “Los costos empresariales de la violencia contra las mujeres en el Perú”. Ello en el marco de las actividades de la “EXPO Gestión Sostenible 2015: Feria de proyectos de Responsabilidad Social Empresarial”, organizada por la Asociación Perú 2021, un grupo de empresas comprometidas con las buenas prácticas laborales y con el desarrollo del país.

Este taller tiene como objetivo mostrar la forma en que la violencia contra la mujer impacta en la productividad delas empresas. Una reciente publicación señala que el 23.24% de las trabajadoras remuneradas del Perú ha sido víctima de algún tipo de violencia por parte de sus parejas o exparejas en un promedio de 4 veces por año. Producto de esta violencia, las empresas pierden 70 millones de días laborales por año. Esto representa una pérdida de valor agregado empresarial de 6 mil 744 millones de dólares, como mínimo (Vara, 2013).

Estoy segura de que este taller aportará a analizar las implicancias de la violencia de género en las distintas dimensiones de nuestras vidas. Será también un espacio de encuentro entre profesionales, empresarios y académicos que quieren contribuir a que el Perú sea un país más justo y menos violento.