“Tocar un instrumento es algo cerebral, no es repetir el mismo movimiento por muchas horas”
Un aspecto poco abordado en el mundo musical es la salud. La licenciada en Fisioterapia, Sandra Romo (México), se tituló con la tesis “Estudio epidemiológico descriptivo y propuesta de un programa preventivo de afecciones musculoesqueléticas relacionadas a la práctica de la guitarra estilo clásico». Vino a la PUCP para dar una conferencia titulada “Tocar con dolor y la cultura del silencio, organizada por la Especialidad de Música de la Facultad de Artes Escénicas.
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Sandra Romo
Licenciada de Fisioterapia
Texto:
Nancy VargasFotografía:
Alex Fernandez
¿Qué tan frecuente son las lesiones en los músicos?
Mucho más de lo que se piensa. Las estadísticas a nivel mundial señalan que entre el 60 y 80 % de los músicos y estudiantes de música tienen o han padecido una afección relacionada al instrumento. Aunque no conocemos la estadística real, ya que muchos no se atienden.
¿Todos los músicos son afectados de igual manera?
No, depende de varios factores. Según el instrumento que toquen hay mayor predisposición para padecerla. También influye si tienen enfermedades coexistentes u algún otro trabajo que pueda predisponer que se lesionen.
En la película Whiplash, el protagonista sufre lesiones debido a la exigencia que le impone el director ¿qué tan comunes son estos casos?
En la película se exagera con algo que sí sucede en la realidad que es la exigencia sutil que ejerce el maestro sobre el alumno para que cumpla con las demandas y exigencias; el alumno, inconscientemente, puede llevar a su cuerpo a un extremo. No se ha hablado tanto de esta problemática del dolor y muchas veces se cree que si no hay dolor no están haciendo lo suficiente, por ello, muchos callan sus lesiones. Es muy importante tomar en cuenta esa parte, ya que el alumno sí se sobreexige, pero también se debe a la sutileza del maestro, aunque no se da en el grado que se representa en la película. Antes se pensaba que si no estudiabas por 8 horas no serías concertista, cuando realmente tocar un instrumento es algo cerebral, no depende nada más de estar repitiendo el mismo movimiento por muchas horas en la misma posición.
¿A qué se refiere cuando dice que tocar un instrumento es algo cerebral?
En una práctica musical el principal orquestador es el cerebro. Se ha olvidado que esta se debe hacer con calidad, ya que es una actividad cerebral. Normalmente los músicos tienen desarrollada la memoria auditiva y visual pero muy poco la memoria quinestésica. Yo propongo que toquen su instrumento de manera imaginaria. Muchas veces aunque lleven 20 años tocándolo no saben, por ejemplo, el diámetro del diapasón o si es que uno está más adelante o más atrás porque no han construido esa memoria.
¿Cómo pueden aportar todos los actores involucrados para que no se propague esta «cultura del silencio» respecto a las lesiones?
Lo primero es hablar de este tema, lo ideal es que haya más maestros interesados en el problema, lo cual es difícil porque ellos pertenecen a la escuela vieja donde el tiempo de estudio determinaba qué tan bueno eras. Por otro lado las escuelas de música deben darle más importancia a todo el conocimiento de la anatomía, de la biomecánica y se contrate a alguien que ayude a los músicos de manera preventiva o de tratamiento, como sí se da en el caso de danza.
¿Qué factores cree que falta cubrir al momento de hablar de la música y de la salud?
La ergonomía es muy importante, el instrumento es el que se debe adaptar a uno y no uno al instrumento. Además, hay tantos mitos alrededor de la actividad física, muchos músicos le tienen miedo al deporte por miedo a lesionar sus manos. Para el vínculo de música y salud se requiera hablar de prevención, que incluye: la ergonomía, la actividad física y algún fisioterapeuta que esté cerca de esta población.
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