¿Por qué es importante interesarnos en la historia del arte?

Hay educación para trabajar y hay educación para vivir. La historia de arte es una educación para vivir, para saber cómo vivir, cómo disfrutar la vida y cómo desarrollar la vida. La vida como poesía, como historia, de modo que cada persona debe plantarse a sí mismo.

¿Cómo fue tu aproximación a la historia del arte?

Mis padres eran artistas en California y nací en los años 60, una década de aspiraciones utópicas para el arte, para el espíritu y para el ser humano. California está junto a México, así que compartimos una historia y tenemos herencias culturales en común. Como experiencia personal, viajé y conocí el arte de México y el arte precolombino antes del arte de Europa.

Usualmente se da mayor importancia al arte occidental sobre el precolombino. A partir de tu experiencia, ¿cómo podemos abordar la historia del arte?

Lo importante es conocerse a sí mismo y conocer qué realmente importa a uno mismo. Es una experiencia de gusto muy individual. Por eso, la historia tiene mucha importancia y no puede olvidarse, porque la historia explica cómo llegamos aquí y ahora.  Pero la experiencia del arte no es una experiencia que solo está históricamente determinada. Es una experiencia de estética, del espíritu, de las ambiciones propias del individuo.

¿Qué destacas de la cultura inca?

El arte inca es fascinante porque no hay muchas imágenes, no hay texto, no hay escritura. Hay formas tridimensionales, bidimensionales, espacios, teatro que pone obras a la luz, que exhibe cinéticamente y espacialmente. Por eso es una cuestión muy pura de la experiencia del arte, que es culturalmente determinada. Pero es un enfrentamiento entre los ojos, los cuerpos y los contextos del arte, porque en otras civilizaciones como las de México y Mesoamérica, tienen muchas imágenes, muchos textos y jeroglíficos. Todo es muy importante y valioso, pero el arte inca es un problema muy puro de la historia del arte.

¿Por qué el problemática del arte inca es tan particular?

Por ejemplo, queremos saber qué expresa un uncu, una camisa grande inca que solo tiene colores, formas geométricas, que tiene contextos y tiempos particulares, pero no tiene imágenes ni texto. Entonces tenemos más interrogantes sobre los significados, los colores y el mensaje. Incluso sobre la diferencia de sentidos e importancia, tanto para nosotros como visitantes a un museo como para los incas en su tiempo. Son cosas muy distintas. Es un placer negociar entre las dos posiciones porque ocupamos el rol de visitantes ante el objeto. No podemos cambiar esa situación, pero podemos tratar de comprender otras posiciones históricamente y culturalmente determinadas para saber cómo veían o percibían los Incas.

Se apela a que la larga tradición ha permitido que grandes conceptos se sinteticen en estos elementos tan sencillos. ¿Está de acuerdo con esta hipótesis?

Casi no sabemos nada sobre el arte ajeno, no lo entendemos. Creo que el arte de los Incas es un arte de sentidos, de seres y de ciencia. Es una manera de afectar la mente, afectar cómo pensar y como sentirse. Es un estado de ser y de ver el arte. Es muy potente y una manera de cambiar el estado de mente hacia el estado de ser.

¿Por qué es importante este encuentro entre investigadores internacionales?

Es fabuloso. Las ponencias están perfectamente complementadas, los intereses están perfectamente integrados. Es un placer ver la cooperación de trabajos de estudiantes, pese a las grandes distancias como la hay entre Estados Unidos y Perú. Pero estamos trabajando en los mismos problemas, por un fin común. Es un honor estar aquí.