Este proyecto de ley tiene como finalidad que las esterilizaciones sean política nacional, que el Estado las promueva dando facilidades a los gobiernos locales para que implementen servicios de esterilización, y que esta sea el método prioritario para controlar la sobrepoblación, para evitar así el sacrificio innecesario de animales".

A nadie deja indiferente la presencia de perros y gatos en las calles. Ya sea por compasión ante las terribles condiciones en las que viven, o por preocupación por las consecuencias en la salud pública y en el medio ambiente, sabemos que se debe controlar la sobrepoblación de perros y gatos. Sin embargo, en el Perú, nunca se había adoptado una política eficiente. Tradicionalmente, el recurso más usado ha sido el envenenamiento, lo cual no solamente es cruel sino que no genera ningún impacto en la reducción de la población de animales. Por otro lado, los municipios, aun a sabiendas de que es necesario reducir la presencia de animales en las calles, solo se dedican a multar si no se recogen las heces, sin atacar el verdadero problema. Algunos creen también que la solución consiste simplemente en tener perreras o albergues, pero sabemos que estos nunca se darán abasto.

Es por eso que el proyecto de ley presentado la semana pasada por los congresistas Marisa Glave y Alberto de Belaunde, a partir de una iniciativa de Colpa (Coalición por los Animales del Perú), constituye una norma efectiva y ética a favor de los animales y de la sociedad en general. Este proyecto de ley tiene como finalidad que las esterilizaciones sean política nacional, que el Estado las promueva dando facilidades a los gobiernos locales para que implementen servicios de esterilización, y que esta sea el método prioritario para controlar la sobrepoblación, para evitar así el sacrificio innecesario de animales. Además, en el proyecto se demuestra que, en términos de costos, resulta mucho más barato esterilizar que sacrificar, lo que confirma el viejo eslogan de las organizaciones animalistas: “Esterilizar es barato. Salvar vidas no tiene precio”.

Es importante recalcar que este es un proyecto de salud pública, ya que se busca reducir las enfermedades por zoonosis, entre ellas la rabia –que aún persiste en ciertas regiones del país– así como los problemas de contaminación ambiental derivados de la alta presencia de animales en la calle (heces, roturas de bolsas de basura, etc.). Ahora bien, también evitará el maltrato de animales, así como el abandono, ya que permitirá que los animales con hogar vivan sanos y seguros, sin riesgo de tener crías no deseadas. En ese sentido, también promueve la tenencia responsable. Recordemos, además, que la mayoría de animales en la calle proviene de perros y gatos con hogar.

Como vemos, las ventajas de este proyecto son contundentes. Esperemos que sea aprobado y así sigamos el ejemplo de otras ciudades en el mundo que han logrado controlar la sobrepoblación implementando las esterilizaciones como política de Estado. Las campañas aisladas hechas por organizaciones de protección animal, si bien ayudan a ciertos animales, nunca tendrán el impacto y el gran alcance que pueden tener los gobiernos regionales y locales. Por eso, ayudemos a que este proyecto se haga realidad. Difundamos en redes su importancia a través del hashtag #LeyEsterilizaciónAnimalYa y sigamos atentos a su desarrollo en la página de Facebook “Ley Esterilización Animal YA”.