Crecer 4% en el 2018 y solo el 2.2% en el 2019 repercute en el desempeño de las actividades productivas, en especial la incertidumbre en el mercado laboral. Del 2011 al 2018, la tasa de adultos con nivel de educación superior ha oscilado alrededor del 30%, mientras que en Chile es de 45%, siendo esta última la tendencia en ascenso en el periodo antes mencionado.

Así, cuando analizamos la perspectiva universitaria, mediante el estudio Dónde quiero estudiar de Arellano Marketing que encuesta a los estudiantes de cuarto y quinto de secundaria, y a las personas que culminaron la etapa escolar, se advierte la preferencia por las universidades del 60%, mientras que los jóvenes dispuestos a optar por los institutos tecnológicos son del 40%. Estos números nos muestra una clara determinación del contexto de la oferta del mercado laboral universitario. Por un lado, lo volátil de la economía a razón del Estado y las empresas como agentes económicos. Por el otro, lo estancado que se encuentra el capital humano en el desarrollo del nivel de estudio.

Los estudiantes deben encontrar el sentido y propósito de su profesión, que esta se alimente de la interdisciplinariedad sobre la base de formación continua”.

La teoría tradicional indica que la cohesión del mercado laboral y el capital humano nos llevan al crecimiento económico. No obstante, la preocupación es qué deben hacer nuestros estudiantes universitarios ante este escenario.

Primero, deben encontrar el sentido y propósito de su profesión, que esta se alimente de la interdisciplinariedad sobre la base de formación continua. Hoy en día no requieren de un conocimiento muy especializado. Este es un factor diferenciador que brindan las universidades con respecto a las carreras técnicas.

Segundo, deben involucrarse activamente en redes sociales profesionales, como Linkedin. Pueden participar con un extracto relevante de una lectura propiciada en las aulas, un comentario acertado sobre aportes o descubrimientos relacionados con su profesión. De esta forma, potenciarán la marca personal y constituirán sólidos prospectos para los cazatalentos de esta red.

Debemos apostar por la transferencia del conocimiento con una preparación para emprender y no para depender”.

En esta línea, Hans Rosling manifiesta su preocupación por la educación en su libro Factfulness. Él enfatiza que se debe enseñar a los jóvenes dos cosas: humildad y curiosidad. Esto significa que nos parezca bien decir “no lo sé”. También recomienda que estemos preparados para cambiar nuestra opinión si descubrimos nuevos datos. De esta forma, los estudiantes serán responsables de su aporte a la sociedad, gracias al acceso a mejores plataformas de información que incentivan la investigación.

Desde la academia, debemos apostar por la transferencia del conocimiento con una preparación para emprender y no para depender. Muchas veces nos preparamos para ingresar a la empresa soñada cuando el mercado y la tecnología nos proponen otras oportunidades, especialmente cuando esta última es más veloz que la gestión por el cambio del plan de estudio. Por esto, es importante rediseñar un modelo de crecimiento sustentado en la economía del talento humano.