La palabra “sínodo”, del griego syn (que significa “juntos”) y hodos (que significa “camino”), expresa la idea de “caminar juntos”. El Sínodo de los Obispos es un organismo consultivo creado por Pablo VI, en el marco del Concilio Vaticano II, para pedir a los obispos de todo el mundo que participen en el gobierno de la Iglesia, aconsejando al Papa sobre asuntos de interés para la Iglesia universal.

El Papa Francisco ha convocado, para el 2023, un sínodo para reflexionar sobre la sinodalidad, tema decisivo para la vida y la misión de la Iglesia; está convencido de que “el camino de la sinodalidad es lo que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”.

La sinodalidad no es un tema de moda, sino que se enraíza en las fuentes de la tradición evangélica y eclesial".

Una Iglesia sinodal se funda en el reconocimiento de la dignidad común que deriva del bautismo, ratifica el ser hijos e hijas de Dios, miembros de su familia, y, por tanto, hermanos y hermanas en Cristo, habitados por el único Espíritu y enviados a cumplir una misión común.

La sinodalidad no es un tema de moda, sino que se enraíza en las fuentes de la tradición evangélica y eclesial; la invitación es para que la Iglesia entera participe en la búsqueda de métodos para conseguir, de manera real y efectiva, que todos los bautizados caminen juntos en comunión, discernir propuestas y cuestiones particulares, asumir decisiones y orientaciones con el fin de llevar a cabo la misión evangelizadora de la Iglesia en los desafíos actuales.

El Papa insiste en que el sínodo no es una reunión política ni una comisión de decisiones parlamentarias. Es la expresión de la Iglesia, donde el protagonista es el Espíritu Santo, eso solo es posible por la escucha activa y respetuosa de las diferentes voces.

Para garantizar este proceso, se ha diseñado un novedoso itinerario que no se reduce a una asamblea puntual, sino que es un proceso de varios años. El camino sinodal está articulado en tres fases: diocesana (octubre 2021-agosto 2022), continental (septiembre 2022-marzo 2023) y universal (octubre 2023 -2024).

El Papa insiste en que el sínodo no es una reunión política ni una comisión de decisiones parlamentarias. Es la expresión de la Iglesia, donde el protagonista es el Espíritu Santo, eso solo es posible por la escucha activa y respetuosa de las diferentes voces".

¿Quiénes participan?

La mayor parte son los obispos elegidos por las conferencias episcopales de todos los continentes, las Iglesias particulares sui iuris y otras personas nombradas por el Santo Padre. Esta es la Primera Asamblea con la participación de otros miembros del pueblo de Dios con derecho a voz y voto (clérigos, religiosos, diáconos, laicos, jóvenes), así como un representante del Sínodo Digital.

Por parte del Perú, participan 4 obispos, entre ellos el cardenal Pedro Barreto Jimeno, arzobispo de Huancayo y canciller de la PUCP. También el Rev. P. Juan Jorge Bytton Arellano, S.J., facilitador y experto.

¿Qué desafíos plantea el camino sinodal?

• La permanente apertura al diálogo
• La comunión estrecha entre bautizados, corresponsables de la construcción de la Iglesia
• Buscar caminos de humanización, a través de una evangelización que tenga apertura a la diversidad y riqueza que somos como seres humanos más allá del credo
• Explorar permanentemente cuál es el aporte específico de las universidades católicas para hacer posible una Iglesia sinodal en nuestro contexto