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"Más poder y más Estado significan más riesgo de corrupción"

Reflexión sobre la función del Estado y del sector privado frente a la corrupción.

  • Alfredo Bullard

¿Por qué hay tanta corrupción en general y en el Perú?

En Perú tenemos un Estado grande, sin check and balances, sin accountability. Los funcionarios no están sujetos a reglas y ello deriva en más oportunidades de corrupción. La corrupción es un fenómeno íntimamente ligado al poder y al Estado. Más poder y más Estado significan más riesgo de corrupción. Los funcionarios públicos reciben poder. El funcionario es un ser humano con intereses particulares. Tienen familia, amigos y una vida. Las personas tienden a buscar lo mejor para sí mismos. Y si puedo obtener lo mejor para mí mismo usando lo que no es mío, en buena hora. Esa es la verdadera fuente de la corrupción: la entrega de poder para que alguien decida sobre lo que no es suyo.

Sin duda hay que imponer sanciones. Pero ello es como tratar de resolver el problema de la viruela sin tener la vacuna y curando solo a quienes la contraen. Hay que eliminar lo que origina el problema. «La oportunidad hace al ladrón». Eso pasa en un Estado omnipresente pero sin institucionalidad. A mayor concentración de poder mayor riesgo de corrupción. Cuando se decide ampliar el rol del Estado, se generan oportunidades para que haya corrupción. La corrupción no es solo un tema de ética o de cultura. Es un tema de institucionalidad y de reglas de juego. Reducir poder y limitar la discrecionalidad es el mejor remedio contra el problema. Los socialistas plantean reforzar al Estado para acabar con la corrupción, es decir «poner al gato de despensero». No conozco experiencia histórica en la que hacer crecer al Estado y su poder haya resultado en menos corrupción.

¿Qué debe hacer el sector privado peruano para luchar contra la corrupción?

Cada vez es más frecuente que las empresas (en especial las extranjeras) te exijan firmar compromisos o adhesiones a las políticas anticorrupción de las empresas. Y son políticas exigentes, de «tolerancia cero». Si no las cumples te acaban tu contrato. Se asume como una obligación contractual. Esa política es además una forma de mejorar el problema en el largo plazo. La corrupción hace que las utilidades de las empresas queden sujetas a parámetros impredecibles. Este tipo de compromisos ayudan a reducir el problema. De hecho las empresas privadas son mucho más efectivas para sancionar a sus empleados por corrupción de lo que el Estado es para sancionar a sus funcionarios corruptos.

El exceso de trámites y de discrecionalidad de los funcionarios. «Muerto el perro se acabó la rabia». Reducido el poder del funcionario, menos corrupción. Límites claros que funcionen evitan el aprovechamiento indebido. La falta de simplificación administrativa y la sensación que el Estado es «tierra de nadie» son los obstáculos que nos impiden avanzar.

¿Cuáles son los principales incentivos para la corrupción en el Perú?

Buena parte de esa corrupción puede ser extirpada eliminando trámites o procesos innecesarios o absurdos. Así como la oportunidad hace al ladrón, el trámite hace al corrupto. Y la simplificación administrativa hace a la transparencia. Reduce poder y generará, sin duda, no solo más bienestar, sino menos corrupción.

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