La seguridad aeroportuaria es un tema muy complejo, donde los errores pueden llevar a consecuencias catastróficas.

El manejo de riesgos complejos y de alta consecuencia se tiene que hacer por medio de protocolos que ataquen el problema de la seguridad de una manera simple, que permita proporcionar un número limitado de instrucciones precisas para todo el personal involucrado. Por ende, los protocolos de seguridad son muy detallados y rígidos. Esto es particularmente importante en momentos críticos de la operación de un aeropuerto.

En lo que concierne a los aviones, los momentos críticos corresponden al despegue y aterrizaje. Un aeropuerto que funciona adecuadamente mantiene al día estos procedimientos e instrucciones y presenta estadísticas de seguridad que prácticamente eliminan los accidentes de grandes consecuencias.

Queda claro, dado el historial de seguridad del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima, que un accidente de la naturaleza de la colisión ocurrida el 19 de noviembre es el resultado de una serie de decisiones en las cuales se han desmantelado los protocolos de seguridad.

Dada la inherente robustez de estos protocolos, la secuencia de errores tiene que ser inevitablemente muy compleja. Por ende, es imperativo hacer una investigación detallada de los hechos y los errores que llevaron a un camión de bomberos a encontrarse en la trayectoria de despegue de un avión. Sin esta investigación detallada, no se pueden emitir conclusiones ni dar recomendaciones.

La investigación detallada debe contar con el apoyo de expertos independientes de reconocida trayectoria en el manejo de seguridad aeroportuaria. El objetivo de esta investigación no tiene que estar restringido solo a establecer culpabilidad, sino también debe enfocarse en el mejoramiento de los protocolos de seguridad del aeropuerto.