La COP26, realizada del 31 octubre al 12 de noviembre del 2021, en Glasgow, Escocia, fue muy importante para la acción climática. Más allá de los compromisos vinculantes que se acordaron en las negociaciones formales entre los Estados firmantes de la Convención, se discutieron con mayor claridad varios de los vínculos que tiene el clima con otros servicios ecosistémicos y balances terrestres. Entre ellos, dos temas claves fueron la relación entre el clima, los ciclos del agua y los bosques. 

Países desarrollados y fundaciones globales comprometieron US$19,2 mil millones para ayudar a proteger y restaurar los bosques a nivel mundial.

Esta vez se incluye US$1,7 mil millones para ayudar a los pueblos indígenas.

La Declaración de Bosques de Glasgow, importante para el Perú, fue firmada por 130 países. A diferencia de una declaración similar hecha en el 2014, esta vez, países desarrollados y fundaciones globales firmantes comprometieron inmediatamente US$19,2 mil millones (US$12 mil millones de fuentes públicas y US$7,2 mil millones de privadas) para ayudar a proteger y restaurar los bosques a nivel mundial. La diferencia es que esta vez se incluye US$1,7 mil millones para ayudar a los pueblos indígenas y las comunidades locales a diseñar y tomar decisiones en programas climáticos que operarán en sus tierras y territorios.

Con respecto al agua y el clima, es la primera vez que se tuvo un pabellón de agua y clima, y un hub sobre resiliencia en la COP. La seguridad hídrica, la gestión de lluvias torrenciales y sequías, y la resiliencia ante la subida del nivel del mar son cuestiones claves para la adaptación al cambio climático. Todas ellas fueron puntos centrales de la Cumbre de Adaptación al Clima que se realizó en los Países Bajos en enero del 2021 y que se volvieron a tocar en el marco de la Convención. En estos espacios se presentaron piezas prácticas como el “Rastreador de agua para la planificación climática nacional”; medidas de mitigación en el sector de agua, saneamiento e higiene; incluidos los vínculos con la energía y la infraestructura de las ciudades. 

Una tarea clave de la Universidad es apoyar diferentes estrategias para la gestión del agua que vengan desde las organizaciones más cercanas a estos recursos.

La participación del Perú sobre el nexo entre agua y clima desde la sociedad civil fue importante. Marisol García, líder indígena quechua de San Martín, tuvo un enorme compromiso de visibilizar el aporte de las mujeres peruanas en la lucha contra el cambio climático y la protección de los recursos naturales, especialmente el agua. Ella además es parte del Programa de Fortalecimiento del liderazgo de las mujeres en la gestión de los recursos hídricos, dictado por la PUCP y apoyado por Forest Trends.

Resulta clave promover espacios de formación para líderes en el marco de los servicios educativos que ofrece la PUCP con enfoques transversales para la comprensión de las problemáticas ligadas al agua. Una tarea clave de la Universidad es apoyar diferentes estrategias para la gestión del agua que vengan desde las organizaciones más cercanas a estos recursos y fortalecer las capacidades de más mujeres líderes. Está claro que el reconocimiento de sus demandas y sus aportes ayudan a construir un mejor futuro para el país.