Mes de la Memoria PUCP: se inauguran actividades con un recorrido guiado por el campus

El pasado 22 de agosto se inauguró el “Mes de la Memoria PUCP: memoria construye presente” con la primera actividad: Ruta PUCP de la Memoria. Este recorrido guiado por distintos espacios de nuestro campus invita a reflexionar sobre nuestra historia reciente.

Esta ruta, conducida por voluntarios de la Dirección de Asuntos Culturales (DACU), inició en el memorial a los hermanos César y Cecilia Cortez Arens, víctimas del atentado perpetrado en Tarata por el grupo terrorista Sendero Luminoso. Este espacio, ubicado cerca de la Facultad de Ciencias Sociales, permitió recordar su historia y reflexionar sobre la importancia de preservar la memoria dentro de nuestra Universidad.

El segundo punto fue el Jardín de la Memoria y Diversidad, donde se encuentra una placa en homenaje a las víctimas de la Noche de las Gardenias. Este trágico episodio ocurrió el 31 de mayo de 1989 en Tarapoto, cuando integrantes del MRTA ingresaron al bar Las Gardenias, capturaron a ocho personas y las asesinaron, marcando uno de los momentos más dolorosos de nuestra historia reciente.

Finalmente, el recorrido culminó en el jardín de EE.GG.CC., frente al Tontódromo, junto a la caseta de Responsabilidad Social Universitaria (RSU). Allí se presentaron paneles informativos que contextualizan el Mes de la Memoria PUCP 2025 y se muestran diversas iniciativas de la RSU en los últimos años, como el Proyecto Barrio Shipibo y Memoria visual de una provincia ayacuchana después de la violencia, el caso de Huanca Sancos, entre otros.

«Memoria no significa únicamente recordar hechos pasados”

El rector de la PUCP, Dr. Julio del Valle, brindó unas palabras al cierre de la actividad donde señaló que en un país como el Perú no podemos vivir sin tener presente y activa la memoria que heredamos como sociedad.

“Memoria no significa únicamente recordar hechos pasados. (…) Implica ahondar en lo que aún no se ha resuelto o en aquello que debemos mirar una y otra vez para no olvidar, para que no vuelva a pasar. Se trata de procesar lo vivido para actuar de manera reparadora. Mirar el pasado desde el presente y el futuro. Reparar no es un acto cualquiera. Reparar es trabajar el corazón. Es trabajar la conciencia. Es interpelarnos también para que no pase de nuevo. En el Perú, hablar de memoria es reconocer que aún existen heridas abiertas. Eso no podemos dejar de ver”, manifestó. 

Memoria no significa únicamente recordar hechos pasados. (…) Se trata de procesar lo vivido para actuar de manera reparadora. Mirar el pasado desde el presente y el futuro. Reparar no es un acto cualquiera. Reparar es trabajar el corazón. Es trabajar la conciencia».

Nuestro rector, además, agregó que la memoria es parte de nuestro sello formativo, y nos impulsa a formar profesionales críticos, sensibles y comprometidos con la defensa de los derechos humanos y con la construcción de una sociedad más justa. “La memoria no es tarea de unos pocos, es una construcción colectiva que requiere de la participación de toda la comunidad”, expresó. 

¿Qué significa hablar de memoria en Perú?

Por su parte, Lou Zapata, estudiante de Sociología y miembro del Voluntariado Cultural de la DACU, agradeció la presencia de los asistentes y resaltó la importancia de que las y los jóvenes mantengan vivo el interés por los temas de memoria.

«Para mí, hablar de memoria en el Perú significa recordar una herida profunda que aún no ha sanado. El conflicto armado interno dejó un saldo de 69,000 víctimas fatales. (…) La memoria es un acto de justicia, nombrar a las víctimas, reconocer su dignidad y comprender las causas de la violencia es parte de la responsabilidad de todas las personas. Las universidades también participan, son espacios donde se investiga, donde se debate, donde se forma la ciudadanía crítica”, expresó durante el recorrido.

Asimismo, manifestó que recordar el conflicto armado interno en los espacios universitarios no significa quedarnos atrapados en el dolor, sino transformarlo en aprendizaje. “Implica preguntarnos qué condiciones sociales, económicas y políticas permitieron que el país llegara a ese nivel de violencia y sobre todo cómo esas condiciones todavía persisten bajo otras formas de exclusión, desigualdad, discriminación y desconfianza en las instituciones. A veces, los discursos de odio, la estigmatización del otro, la indiferencia al dolor ajeno resurgen con fuerza. Pero debemos recordar que la violencia no empezó de un día para otro, sino que fue producto de fracturas y desigualdades que no supimos cerrar”, nos dice. 

Un mes necesario y urgente

Finalmente, la Dra. María Angélica Pease Dreibelbis, directora de la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS), agradeció la participación de los asistentes en el recorrido, así como el trabajo de los voluntarios de la DACU.

«Ha sido muy conmovedora la ruta, ver la enorme capacidad que tienen nuestros estudiantes de organizarse y generar espacios de recuerdo», sostuvo.

Acaba de aprobarse una ley de amnistía aberrante contra violadores de derechos humanos que nos hace despertar en los 90. Hay muchas familias esperando justicia y, en ese sentido, nunca un mes de la memoria, creo, ha sido tan urgente como ahora».

Asimismo, añadió que actualmente nos encontramos en un momento donde conservar la esperanza es necesario y urgente, pero muy difícil. «Acaba de aprobarse una ley de amnistía aberrante contra violadores de derechos humanos que nos hace despertar en los 90. Hay muchas familias esperando justicia y, en ese sentido, nunca un mes de la memoria, creo, ha sido tan urgente como ahora», puntualizó.

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