Uno de los sectores más afectados por la pandemia, ha sido el sector de educación, en especial en el nivel inicial, pues la experiencia vivencial a través del juego en las aulas, migró a las pantallas, trayendo una serie de consecuencias negativas como la pérdida de interacción con los pares.

Es a raíz de esta problemática que, el año pasado, un grupo de estudiantes de las facultades de Educación y Ciencias y Artes de la Comunicación creó “Enlazados con la primera infancia: jugando y aprendiendo en el hogar junto a la familia”, la cual fue la primera edición del proyecto que ganó el Fondo de Iniciativas Estudiantiles RSU en respuesta al COVID-19. El proyecto se trabajó con la asesoría de las docentes Mag. Carmen Sandoval y Mag. Flor Quispe.

Niños por la lectura

Tras el éxito del primer año del proyecto, el equipo decidió continuarlo y postular al Concurso de Iniciativas de Responsabilidad Social para estudiantes (CIRSE) 2021, organizado por la DARS. En esta oportunidad, el objetivo de la iniciativa fue la promoción de la lectura en los niños de nivel inicial, generando así la segunda edición de “Enlazados con la primera infancia: niños por la lectura”.

Para la realización de esta nueva etapa del proyecto, el equipo formó una alianza con la iniciativa social “Mi Primer Libro – Perú», la cual busca promover la lectura en y desde la primera infancia.

“En EE.UU. existe una gran abundancia y demanda de libros y lecturas para niños, sin embargo, a su vez generan un desecho proporcional. Entonces, para evitar que estos libros sean reciclados, tuvimos la idea de enviar estos libros donados a Perú, donde les podrían dar un segundo uso y acercar a los más pequeños a la lectura”, explica la Mag. Rosario Obregón, directora de Mi Primer Libro – Perú.

Este año, la iniciativa social logró traer a nuestro país 10 toneladas de libros, los cuales fueron donados a distintas instituciones educativas, organizaciones y proyectos de fomento de lectura, como es el caso de “Enlazados con la primera infancia”.

Haber realizado esta segunda edición de 'Enlazados' fue una experiencia muy grata, pues siempre tenemos en mente una apuesta constante por la primera infancia. Contar con el apoyo de “Mi Primer Libro – Perú” fue un paso muy valioso para el proyecto, pues se formó una alianza en pro del desarrollo de la educación inicial en el país”.

La implementación de las Bibliomochilas, no solo quedó en la entrega del material, sino también en realizar una serie de capacitaciones a las docentes de la UGEL Yauyos para poder establecer qué actividades se podían realizar con estos libros y cómo ser mediadoras de lectura visual de los niños participantes”.

Participar de manera directa en la elaboración de las Bibliomochilas nos permitió retomar nuestra conexión con la lectura y revalorizar la importancia que esta práctica tiene para la primera infancia, al ser la lectura visual una base para el desarrollo de la curiosidad de las niñas y niños hacia los libros”.

Bibliomochilas

Como parte fundamental de esta edición del proyecto, el equipo determinó como espacio de trabajo la UGEL 13 de Yauyos, pues en el 2020 algunas de las integrantes de la iniciativa llevaron un taller de mediadores de lectura, donde tuvieron la oportunidad de conocer a algunas docentes de dicha UGEL.

“Nos enteramos que en el lugar, tenían un bello proyecto para fomentar la lectura desde la primera infancia, llamado ‘Familias lectoras de Yauyos’. En este proyecto la idea era que, a través de la escuela, los niños puedan acceder a la experiencia de revisar y explorar los libros, tener a alguien que se los lea, etc. antes de ir a la escuela primaria”, explica la Mag. Carmen Sandoval, profesora de la Facultad de Educación y asesora pedagógica del equipo.

6,000 libros fueron donados por “Mi Primer Libro – Perú” a esta UGEL, que fueron seleccionados y ordenados por Rosario y el equipo de jóvenes, destinando 5 libros para cada uno de los niños. Estos paquetes de libros, fueron puestos, individualmente, en un pequeño y lindo bolso con el nombre de “Bibliomochila”, los cuales irían rotando de dueño a lo largo del año.

“Cabe resaltar que nosotras no les enseñamos a leer, pues los libros están en inglés, sino que les abrimos las puertas para que se familiaricen con el objeto libro a temprana edad, para que gocen del ejercicio de la lectura visual, fomentando su curiosidad por explorar los libros conforme vayan creciendo”, finaliza la Mag. Flor Quispe, profesora de la Facultad de Educación y asesora pedagógica del equipo.

Poder ofrecerle a los chicos la oportunidad de tener este primer contacto con el objeto libro fue fascinante, desde el proceso hasta la implementación. En mi caso, volví a sentirme niño y disfruté mucho la experiencia de clasificar los libros, era imposible no distraerse con tan bonito material”.

El apoyo de la DARS y de Rosario, fue pieza clave en el desarrollo de esta segunda etapa del proyecto. Crear las Bibliomochilas fue una bonita forma de aportar con nuestro granito de arena al desarrollo de la educación en la primera infancia en nuestro país, la cual ha sido gravemente afectada por la pandemia”.

Todo esto ha sido gracias al esfuerzo y al gran equipo que se ha formado desde la creación del proyecto. Considero que es fundamental que, desde la primera infancia, exista un acercamiento a los libros, pues brinda la oportunidad de cultivar una relación agradable con ellos con el pasar de los años”.