Nuestra Filmoteca PUCP acopia, conserva, recupera y difunde el acervo cinematográfico de nuestro país. En sus instalaciones vemos afiches y fotos de películas nacionales de todos los tiempos. Lamentablemente, en algunos casos, estas imágenes son el único vestigio que se tiene de estos filmes, especialmente de aquellos realizados en las primeras décadas del siglo XX.

“Las películas, a diferencia de otro tipo de documentos, no esperan. Todos los días se deterioran debido al clima, la humedad, la temperatura y a su propia composición química”, señala el Mag. Carlos Chávez, coordinador general de la Filmoteca PUCP. A fin de preservarlas, se colocan en cámaras adecuadamente climatizadas.

Al recibir un rollo, los especialistas de nuestra Filmoteca lo someten a una revisión química y física, donde se determina si tiene rayones, roturas, síndrome de vinagre, entre otros aspectos. “La evaluación es manual, totalmente artesanal y con mucha paciencia”, sostiene la restauradora y productora María Ruiz Vivanco.

Incentivo a la restauración

Por supuesto, lo ideal es restaurar la película. Para ello, se recupera el original -el cual luego pasa a ser guardado en una bóveda como si fuera un tesoro- y se digitaliza. Este último proceso se realiza en filmotecas de otros países de Latinoamérica, pues aquí aún no contamos con esa tecnología. “Sacamos copias de la digitalización a fin de distribuirla. De esta manera, cumplimos una importante función de nuestra Filmoteca: difundir”, señala Chávez.

La mayor dificultad pasa por el lado económico, ya que la inversión para realizar todos estos procedimientos es muy alta. Por ello, la Filmoteca PUCP presentó el proyecto de restauración y digitalización de la película Luis Pardo, dirigida por Enrique Cornejo Villanueva, al “Concurso Nacional de Proyectos de Preservación Audiovisual 2019”, que convoca la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios del Ministerio de Cultura, donde resultó ser uno de los ganadores. “Es un gran incentivo económico que permite a los creadores de películas y poseedores de colecciones de audio y fílmicas -en diferentes soportes- preservar la imagen a fin de conocer y estudiar el pasado y formar un presente”, señala María.

Ahora, el equipo conformado por Ruiz Vivanco, la asistente Lourdes Espinoza y Chávez, además del apoyo de curadores, especialistas y cineastas, contará con un importante fondo económico y un plazo de aproximadamente un año y medio para llevar a cabo este proyecto. “Nuestro objetivo no es realizar un nuevo producto artístico, sino recuperar algo que ya había”, remarca Chávez.

Filme histórico

Rodada en blanco y negro, Luis Pardo es uno de los máximos representantes del cine silente en nuestro país. Basada en hechos reales, recrea las aventuras de un personaje que, con afán justiciero, enfrentaba a los hacendados de la época hasta que fue detenido por las autoridades. Su historia fue tan impactante que inspiró este filme de 1927, 18 años después de su fallecimiento.

El valor que tiene es tanto cinematográfico como histórico. Por un lado, es una muestra de los primeros pasos del cine nacional. Se trata de una producción artesanal, con actuaciones y técnicas muy básicas, pero que logra desarrollar una trama y argumento efectivos. “Asimismo, es un manjar para los estudiosos del pasado, pues muestra los problemas que aquejaban a la sociedad, además de los paisajes, vestuarios y costumbres de la época”, comenta Chávez.

“La idea de restaurar este filme estuvo presente desde que los hijos de Cornejo entregaron a la Filmoteca de Lima cuatro rollos en soporte de nitrato”, comenta Ruiz Vivanco, asimismo añade que Norma Rivera -en ese momento, al frente de nuestra Filmoteca- envío estos materiales a los laboratorios de la Filmoteca de la UNAM en México para preservar las imágenes que contenían. Posteriormente, pasaron a ser parte de la Filmoteca PUCP.

En YouTube, hay algunos fragmentos de esta película. Incluso, en el reciente y aclamado documental La revolución y la tierra, de nuestro egresado y docente Gonzalo Benavente, aparecen tomas breves. Pero recién ahora, gracias al premio obtenido, podremos ver el filme completo. Así, aquellas fotos de color sepia de Luis Pardo que se encuentran en las instalaciones de la Filmoteca PUCP se transformarán en imágenes en movimiento.