La tecnología ya no es solo una herramienta, se ha vuelto parte de nuestra vida y la responsabilidad de su uso depende de cada uno de nosotros. “Tenemos que ser conscientes de que cuanto más la usemos y nos beneficie en ciertos ámbitos, también trae riesgos de seguridad sobre nuestra información y privacidad”, manifiesta el Mag. Fernando Huamán, analista senior de seguridad de la información en la Oficina de Contraloría de la PUCP.

Por ello, es necesario crear una cultura de seguridad de información digital. Por ejemplo, ¿alguna vez se te ha ocurrido buscarte en Google? Te podría sorprender todos los documentos, fotografías y datos tuyos que están públicos en Internet.

Recomendaciones

Zoom y programas de videollamadas

Una actividad fundamental hoy en día son las reuniones virtuales para coordinar las actividades de manera remota o para contactarnos con nuestros compañeros y seres queridos. Fernando aconseja siempre configurar la videollamada con contraseña, crear una sala de espera y programar a quiénes quieren dejar entrar a la sesión.

Por otro lado, la presencia del anfitrión es muy importante. “El moderador va a permitir que la reunión tenga fluidez. Se encargará de poner normas de convivencia: cómo serán las intervenciones, si las preguntas se harán al final o qué hacer si hay una conducta inadecuada”, agrega el especialista en seguridad de la información.

Otro punto importante es el consentimiento. La ley de protección de datos personales señala que somos dueños de nuestros datos personales: una foto, un video o un mensaje de voz. Si alguien quiere grabar una videollamada, debe comunicarlo. Si no se da el consentimiento, la grabación queda anulada e inaccesible.

En tus redes sociales

Al unirte a cualquier red social, concedes datos personales, pero no siempre eres consciente de ello. Sin embargo, hay opciones que permiten configurar a quiénes autorizamos para ver esa información. Una manera práctica y segura de hacerlo es segmentando los contactos: amigos, familiares, colegas o público en general. De esa forma, cuando compartas algo, sabrás quién tiene acceso a lo que publicas.

Además, es importante no postear información de dudosa procedencia o no verificada. Muchas veces, las empresas, como parte del proceso de selección, buscan a sus postulantes en redes. “Eso les da ciertos indicios de cómo podría ser el colaborador. Debemos cuidar nuestra información pública”, finaliza Fernando.