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Noticia

“Lima era recorrida a pie por los jóvenes de la Generación del Centenario”

A propósito del Coloquio “Leguía y la patria nueva: 100 años después”, organizado por el Instituto Riva Agüero, conversamos con la Dra. Carlota Casalino, docente y magíster en Historia por la PUCP, que, en el marco de este evento, presentó una ponencia donde contó cuáles fueron las grandes transformaciones de nuestra capital hace un siglo, cuando estaba a puertas de las celebraciones del centenario de la República.

  • Texto:
    Fiorella Palmieri
  • Fotografía:
    Héctor Jara

¿Cómo se relacionan la Lima del centenario con la Lima del bicentenario? ¿Qué mantenemos y qué arrastramos?
Ambas están compuestas por una gran población migrante. La de hoy es mucho más numerosa, pero ya se notaban esos procesos de migración, sobre todo, en los sectores medios de la sociedad. La corrupción subsiste y el gran reto es extirparla del sistema. Durante la realización de los Panamericanos se mostró una sociedad heterogénea, allí se concentra la fortaleza de la ciudad. Desde las universidades, debemos apostar por una celebración que genere espacios de reflexión sobre lo que el Perú ha hecho desde su fundación republicana, lo que se hizo bien y lo que se debe erradicar. Ese debe ser nuestro aporte.

¿Cómo era Lima en 1919 y qué buscaba hacer Leguía con la ciudad rumbo a las celebraciones por el centenario de la República?
La Lima de 1919 era bastante parecida a la Lima de inicios de la República, en 1821. No cambió mucho: solo se derrumbaron las murallas, pero no hubo mayor desarrollo ni crecimiento urbano. Con Leguía, se inició la expansión de la ciudad a través de la construcción de grandes avenidas, como la Av. Progreso, que hoy es la Av. Venezuela, y que nos lleva hacia el Callao; la Av. Brasil, que nos orienta hacia Magdalena, Jesus María y Pueblo Libre; y la Av. Leguía, que ahora es la Av. Arequipa. Hoy se habla de cuatro Limas; con Leguía se hablaba de dos: la Lima tradicional, colonial, que empezaba a hacinarse; y una segunda, que incluyó Santa Beatriz, la Av. Alfonso Ugarte y todo lo que había sido las murallas antiguas.

¿De qué manera Leguía incorporó a la capital los adelantos tecnológicos de la época?
Durante su gobierno hubo un ímpetu tecnológico industrial. La tecnología estuvo marcada por la expansión de la energía eléctrica, que significaba progreso. Leguía buscó integrar la electricidad a la ciudad con el alumbrado público. Es un periodo nuevo, porque el mayor alumbrado que había era de las lámparas de gas. Desde fines del siglo XIX hubo transformaciones modernizadoras en ciudades, como Viena, París, Londres o Nueva York. En Lima, se abren grandes avenidas y barrios para nuevos sectores sociales que van a garantizar el desarrollo industrial. Se abrieron escuelas técnicas y escuelas normales para fortalecer la educación.

¿Qué tipo de transporte se utilizaba?
Lo más moderno era el uso del tranvía eléctrico. Hasta la República Aristocrática se usaba el transporte a caballo. Los automóviles ingresaron primero a las haciendas y mineras. Las ciudades tenían que transformarse para los autos: todavía tenían pistas con adoquines de piedra. Lima era una ciudad pequeña que era recorrida pie por los jóvenes de la Generación del Centenario, como Luis Alberto Sánchez, Raúl Porras Barrenechea y Jorge Basadre. Leguía amplió la ciudad.

¿Cómo se preparó Lima para las celebraciones?
Se modernizó el Callao para recibir a las embarcaciones con los visitantes de otros países. Se renovó el muelle Dársena para que entren barcos de mayor calado, como los inmensos acorazados. La delegación más suntuosa llegó de Argentina con 300 jinetes y 300 caballos. Incluso se construyó el Cuartel de Santa Cruz, en Miraflores, para alojarlos. La celebración de 1921, por la proclamación de la Independencia de San Martín, fue más espontánea e inclusiva. La segunda celebración se realizó en 1924, para celebrar el retiro de España tras la Batalla de Ayacucho. Esta fue mucho más espectacular, porque el gobierno mostró nuevos monumentos, organizó festejos y rituales para opacar su falta de popularidad y maquillar la realidad.

¿Cuál es su perspectiva sobre el gobierno de Augusto B. Leguía?
A Leguía hay que revisarlo periódicamente. Hay muchos sesgos con respecto a su gobierno, que fue autoritario y continuó las políticas de la República Aristocrática con rasgos de modernización. Al inicio, se generó una apertura hacia el surgimiento de nuevos sectores sociales, pero no otorgó el voto a la población analfabeta ni a las mujeres ni jóvenes menores de 21 años. Esto significó que solo el 5% de la población podía tomar decisiones sobre quiénes debían gobernar. Los analfabetos no eran necesariamente población indígena, sino clases populares que no tenían acceso ni siquiera a la educación primaria. Fue bastante excluyente. En lo económico, hubo un predominio de las inversiones estadounidenses en vez de las inversiones inglesas de la República Aristocrática.

EL DATO

Si deseas conocer más sobre este tema, puedes revisar el libro “Centenario: las celebraciones de la Independencia 1921-1924”, de la Dra. Carlota Casalino, que se encuentra en el segundo piso de la Biblioteca Central. Código: F 3671.L5 M5 10

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